Antes incluso de que apareciera el lenguaje verbal, el ser humano empleaba el arte como método de expresión. El arte es bucear dentro de nosotros mismos, es explorar nuestros diferentes ‘yoes’, de contemplar la parte mental, emocional, física y espiritual de nosotros mismos. En esta línea nos encontramos con la arteterapia, una disciplina que se basa en la utilización del arte como vía terapéutica para ayudar en la comunicación y la reflexión. La arteterapia es la confluencia entre el arte y la terapia psicológica, una manera extraordinaria de trabajar las emociones y la autoestima, aunque el término todavía es bastante desconocido. Es útil para cualquier colectivo de cualquier edad, lo único que debemos sentir es la necesidad de explorarnos a través del arte para mejorar nuestro desarrollo personal, nuestro autoconocimiento y nuestra expresión emocional. ¿Qué es la arteterapia? ¿Cómo se realiza? Respondemos todas tus dudas a continuación.
El arte como vía terapéutica
Trabajar las emociones a través de la arteterapia mejora la calidad tanto de las relaciones externas como la relación con nosotros mismos. Esta disciplina se centra en el factor emocional, ayudándonos a contemplar y controlar nuestros aspectos más oscuros y las emociones básicas, como el miedo, la rabia, la alegría, el amor, la tristeza y los sentimientos incómodos, todos ellos esenciales para nuestro equilibrio emocional.
La arteterapia es una forma de intervención psicoterapéutica que utiliza las artes plásticas como medio de comunicación y expresión para recuperar o mejorar la salud mental y el bienestar emocional y social de las personas.
Las diferentes manifestaciones artísticas, como la pintura o la danza, nos ayudan a expresar lo que escondemos en nuestro interior; nuestros miedos, frustraciones, sueños, necesidades… Todos ellos florecen cuando nos dejamos llevar sin ser plenamente conscientes.
Además, realizar actividades artísticas no requiere tener brillantes dotes, ni una formación, ni un don, ni obtener un gran resultado, la obra es valiosa por la autenticidad del autor y creador, por lo que aquella persona rescate de su interior, lo que descubra y aprenda de los cambios que se producen dentro de él a través de la obra.
Esta observación y reflexión es la parte terapéutica de la arteterapia, reflejar nuestro mundo interior, reconocerlo y buscar el equilibrio.
La arteterapia tiene infinitos beneficios, con él podrás aprender a expresar los sentimientos más difíciles de verbalizar, desarrollarás habilidades para enfrentarte a estos sentimientos, potenciarás tu creatividad e imaginación, así como tu autoestima, confianza, tus habilidades físicas y psicológicas. El arte disminuye los niveles de estrés y de ansiedad, motiva el pensamiento y la reflexión, mejora la concentración, la atención y la memoria y explota los sentidos olvidados.
No debemos confundir la arteterapia con el arte como terapia y con el arte en terapia. El arte como terapia asume actividades que tienen cualidades terapéuticas en sí mismas y en el arte en terapia, la persona utiliza el objeto artístico para ilustrar contenidos verbales. En cambio, en la arteterapia, se trabaja con la producción simbólica de personas a partir de una triple acción; entre la persona y la obra, en el momento de realizarla, entre la persona y el o la terapeuta, a partir de la obra creada, y entre el o la terapeuta y la obra, incorporando la respuesta a la obra.