Diciembre ya está aquí y sí, sabemos que las cenas de Navidad están a la vuelta de la esquina. El calendario se comienza a llenar y, entre compromisos con amigos, con los compañeros de trabajo, con los de colegio o incluso con los de la universidad, nuestra agenda se comienza a llenar de horas y eso supone una cena tras otra. Venimos de recuperarnos de los momentos copiosos del verano y debemos tener cuidado, puesto que hemos acostumbrado a nuestro cuerpo a una rutina más healthy. Para no poner en riesgo la salud y el bienestar, así es como tenemos que preparar el organismo antes de las cenas y los excesos de Navidad.
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Evita los excesos previos
Las tentaciones se encuentran en los restaurantes y, desde hace más de un mes, en los pasillos del supermercado. Vamos picoteando dulces navideños, turrones y polvorones y pensamos que es sólo un capricho, pero uno tras otro puede suponer un problema. Esto suele ser contraproducente porque hace que te des vía libre prácticamente un mes. Recuerda que luego hay que volver a la rutina saludable y hace que sea mucho más fácil deshacerse de los excesos de la Navidad.

Beber mucha agua
Aunque esto es un esencial de cada día, en la época de cenas de Navidad necesitamos hacer más hincapié en ello. Un sistema digestivo bien hidratado es mucho más eficiente y podrás asimilar mejor la comida y el alcohol. Los expertos también recomiendan beber antes de cada cena, puesto que el estómago se comienza a sentir un poco más lleno, por lo que ingeriremos una cantidad menor de comida.

Cuidado con las dietas
Si estás haciendo dieta, quizás es buen momento para dejarla de lado, sobre todo si es estricta. El problema de estas dietas es que están enfocadas a crear un déficit calórico y, por ende, en muchos momentos del día tenemos hambre. Puede seguir comiendo sano, pero date un capricho, porque si no, cuando llegue el momento de las cenas, vas a ver vía libre para comer todo lo que quieras y seguramente terminarás con algún empacho y, al día siguiente, cuando te subas a la báscula, te arrepentirás.

Sigue haciendo ejercicio
Hemos quemado los excesos del verano a base de ejercicios de cardio y fuerza. Aunque tengamos menos tiempo, ahora sí que no es el momento de dejar de ir al gimnasio o salir a correr. Cuando haces deporte, tu cuerpo segrega endorfinas, popularmente llamadas hormonas de la felicidad. Estas producen bienestar inmediato y disminuyen el apetito, por lo que, además de quemar calorías, estarás evitando picotear en exceso los días previos a la Navidad y controlarte en las cenas sociales.

Planifica tus comidas
Cuando la agenda se va llenando de comidas o cenas de Navidad, es momento de planear nuestra dieta diaria. Lo ideal es que, en tus platos del día a día, sigas cocinando recetas ligeras y nutritivas. Así, cuando sepas que llegan esos excesos de Navidad, sabes que te lo puedes permitir. Organiza tus menús de manera compensada, aunque estés comiendo cantidades o alimentos que no pertenecen a tu rutina habitual. Podrás excederte, pero con la conciencia tranquila de que a diario sigues una dieta saludable.

