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5 curiosidades -a tener en cuenta- sobre implantes mamarios

Foto: alexander-grey en Unsplash

Aunque la tendencia actual no va hacia tener una delantera despampanante como ocurría en otras décadas, lo cierto es que la operación de aumento de pecho sigue siendo de las más demandadas. A pesar de ser una operación sencilla y muy común entre las mujeres de un amplio rango de edad, lo cierto es que, en muchas ocasiones, existe un cierto desconocimiento acerca de esta intervención, por ejemplo, sobre los implantes mamarios. Entre los 2 tipos de prótesis que existen a día de hoy (solución de agua salada y rellenos de gel de silicona), el segundo de estos procedimientos se ha convertido, por más de medio siglo, en una de las técnicas más frecuentes dentro de la cirugía plástica. De la mano de dos reputados cirujanos, nuestro apreciado -y reconocido especialista en cirugía plástica y estética- Dr. Jorge Planas y el profesional suizo Dr. Richard Fakin, te contamos 5 curiosidades sobre implantes mamarios importantes para tener en cuenta si te decides a realizarte esta operación.

¿De qué están hechos los implantes mamarios?

Los implantes mamarios pueden ser de dos tipos: gel cohesivo de silicona y de suero salino. El primer modelo está considerado el relleno tradicional, siendo una sustancia a modo de gelatina con una consistencia similar a la mama, frente a la prótesis de mama de suero fisiológico, una mezcla de agua y sal en una concentración similar a la del cuerpo humano.

«Prefiero los de gel porque son los que más se ponen al existir más variedades de formas y proyecciones», nos afirma el Dr. Jorge Planas, que se decanta por el tipo de gel cohesivo de silicona y no tanto por las de suero salino.

Foto: vitaly-nikolenko en Unplash

El Dr. Richard Fakin nos cuenta que todos sus implantes son de silicona de última generación «siendo un procedimiento eficiente y seguro». Además, es importante saber que «la cubierta de silicona va desde la ausencia de textura (lisa) hasta diversas texturas (sensación de papel de lija muy fino), dependiendo de la marca y el modelo». En el caso por ejemplo de los implantes B-lite, «el gel de silicona estándar cuenta con un refuerzo adicional de microesferas, lo que hace que sea más ligero».

¿Qué formas de implantes mamarios existen?

En cuanto a la forma, el Dr. Planas nos explica: «Depende de si la paciente quiere el polo superior más redondo o mas natural usaremos o no las redondas o las ergonómicas. Asimismo los diferentes perfiles se elegirán según la forma y dimensiones de las mamas y el deseo de la paciente de conseguir una forma determinada».

Estas prótesis pueden ser de tres tipos diferentes cuya diferenciación entre unas y otras es considerable:

Redonda

Cuenta con una forma de esfera comprimida que “ofrece algo más de plenitud a la parte superior del pecho”, puntualiza el Dr. Fakin.

Anatómicas

Este tipo tiene forma de lágrima y con base redonda u ovalada que simula de forma natural el pecho de la mujer, y no se cambia si se mantiene al revés.

Ergonómicas

Tiene también una base redonda pero rellenas de un gel adaptativo por lo que según la posición que se encuentre son más parecidas a las anatómicas al estar de pie, y más a las redondas al estar tumbada. Por su parte, para cada forma hay cuatro grados de proyección (la distancia del pecho hacia delante desde la pared torácica), y que están disponibles desde baja hasta extra alta.

¿En qué lugar se colocan los implantes mamarios?

Foto: Antonio Friedemann en Unsplash

Esta es una de las preguntas más frecuentes entre las personas interesadas en este tipo de intervención. Existen 3 zonas en las que se pueden colocar estas prótesis:

  • Por encima del músculo pectoral grande, debajo del tejido mamario (subglandular)
  • Por debajo del gran músculo pectoral y su tejido conectivo (submuscular)
  • De tal manera que el polo superior del implante está cubierto por el músculo pectoral mayor, mientras que el polo inferior se encuentra predominantemente subglandular (doble plano). Aquí el músculo se divide a lo largo de su dirección anatómica de fibras, evitando cualquier déficit funcional.

-Para ello desde la clínica Dr. Richard Fakin aseguran que «el criterio más importante para decidir la posición del implante es el grosor de la piel que cubre el polo superior y la cantidad de tejido graso subyacente».

-Para el Dr. Planas, hay factores a tener en cuenta importantes: «Para las pacientes delgadas, es mejor debajo del músculo pectoral y en pacientes que tienen en sí bastante volumen, antes de la cirugía pueden ponerse por encima del músculo; así como en mamas tuberosas«.

Cicatrices tras la operación

«La cicatriz queda totalmente disimulada en la areola. Si se hace por vía submamaria es de unos tres centímetros», nos asegura el prestigioso médico que capitanea la Clínica Planas.

¿Por qué zonas se realiza la incisión?

– Pliegue inframamario: en el propio pliegue de la mama y deja cicatrices poco visibles.

– Periareolar: Colocada dentro de la areola pigmentada y también deja cicatrices apenas visibles.

– Transaxilar: se realiza en la axila y no deja cicatrices molestas. En este caso sólo son visibles si se coloca con los brazos elevados detrás de la cabeza, por ejemplo, mientras se toma el sol o se duerme.

-Entre las 3 alternativas, el Dr. Fakin prefiere el acceso a través del pliegue inframamario, “a menos que el aumento de pecho se combine con una elevación de pecho simultánea”. El acceso a través del pliegue inframamario “muestra la menor incidencia de fibrosis capsular a lo largo del tiempo”.

¿Qué seguimiento previo y posterior se debe hacer?

«En mi clínica, les hacemos una sesión semanal de ultrasonidos externos, que es una técnica que invente hace 15 años y que consigue reducir mucho el riesgo de contractura capsular», afirma el reputado Dr. Jorge Planas, que posee su clínica en el 143 de la señorial calle Serrano madrileña.

Previo a la intervención el paciente debe tener una cita con el doctor para hablar de los métodos quirúrgicos y donde se llevará a cabo la elección del implante para su posterior pedido. Se trata de una intervención no muy larga, de aproximadamente 1 hora y que permite volver a casa en el mismo día. Aunque dependiendo de la profesión, lo normal es que el paciente pueda retomar el trabajo a los 4-5 días. Pese a que la recuperación te permite hacer vida “más o menos normal”, es cierto que los pacientes deben llevar un sujetador especial durante las próximas 6 semanas, al igual que durante ese periodo tampoco pueden realizar ninguna práctica deportiva, ni cargar con más de 5 kg. Además, los pacientes reciben cuidados especiales posteriores para la cura de la cicatriz.