Fiarse no es fácil. Menos aún cuando hablamos de la industria de la moda o la joyería. ¿De dónde vienen las piezas que adquirimos? ¿Quién ha tratado con ellas y en qué condiciones? Sostenibilidad y ética cobran relevancia. Nos preocupa la trazabilidad y confiamos únicamente en marcas transparentes que nos transmiten seguridad. Por eso ha nacido Tracemark.
Marcas como Tous o Verone ya han confiado en Tracemark, una empresa fundada por la familia Serret, dueña de la empresa barcelonesa Facet, especializada en la fabricación y venta de joyas de alta gama desde el 2005. “Tracemark proporciona la trazabilidad completa de una joya, desde el origen de las materias primas hasta el consumidor final, a través de un software encriptado y certificado que permite a los consumidores experimentar la historia que yace detrás de su joya”, así lo explican en su página web pero ¿cómo experimenta esto el cliente? ¡Muy sencillo! Basta con escasear un código QR.
La tecnología pionera de Tracemark verifica y certifica que toda la cadena de suministro de una joya haya estado sujeta a los principales estándares de ética y sostenibilidad del mundo, materializando su abastecimiento responsable, procedencia y autenticidad de una forma tangible e innovadora para el consumidor final.
Tracemark se fundó en 2020 y en solo un año ha captado cuatro grandes clientes. Esto demuestra que cada vez estamos más concienciados con la necesidad imperante de cuidar el entorno y de hacer que el mundo entero se rija por los principios de un comercio justo.
Gracias a Tracemark los consumidores pueden tener la garantía de que contarán con una buena joya para toda la vida. El lujo no es lujo si no es auténtico y su historia limpia. Por su lado, las marcas, pueden ofrecer este sello de garantía que les brinda la oportunidad de hacer que sus joyas brillen todavía más.