Jean Schlumberger solía decir de sus majestuosas joyas que captaban la irregularidad del universo. Bendita irregularidad, pues sus piezas se convirtieron en objeto de deseo cuando en 1956 entró a formar parte de la familia Tiffany & Co. Se convirtió en uno de los joyeros más importantes del s. XX con diseños como ‘Bird on a rock’ o el collar Ribbon Rosette. Ambos de virtuosas formas y luciendo el maravilloso diamante ‘yellow fancy’ de 128,54 quilates. Más de medio siglo después, Tiffany homenajea a su icónico joyero reinterpretando sus emblemáticas joyas con las perlas naturales más escasas del mundo en una colección cápsula que acaban de ser presentadas en Doha, Qatar.
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El imaginario de Schlumberger
‘Bird on a rock’ es el icónico broche con forma de pájaro que Schlumberger diseñó para la marca en 1965. Tradicionalmente posado sobre una piedra preciosa, ahora se convierte en un conjunto de creaciones engastadas con exquisitas perlas naturales.
«Schlumberger empezaba cada diseño dibujando un boceto para dar con las formas. Utilizaba la técnica del guache con líneas continuas y fluidas». Así es como nacieron las piezas más icónicas de Tiffany, según nos explican desde la marca para desvelar que, además del broche ‘Bird on a rock’, los intrincados brazaletes de esmalte paillonné, la pulsera ‘Cooper’ y el anillo de diamantes ‘Sixteen Stone’ también han sido reinterpretadas con perlas en colores gris oscuro, gris, beige, marrón rosado y blanco.
Presentación en Doha
Las perlas proceden de la región del Golfo y han sido adquiridas de la colección privada del Sr. Hussein Al-Fardan. Hijo de comerciante de perlas, Al-Fardan abrió su joyería después de la II Guerra Mundial y en la actualidad, además de perlas, comercializa automóviles y proporciona servicios bancarios.
Para honrar la procedencia de las perlas, la presentación de la colección ha sido en Doha.
Las perlas del Golfo, las más valoradas
Las perlas de la región del Golfo son las más valoradas por su tamaño, brillo y forma. Tienen una estructura única de fractura ligera y formas únicas que hacen que la redondeadas sean las más deseadas. Tal es así que la colección cápsula de Tiffany solo se compone de estas últimas.
Una de la piezas más admiradas de la colección es un collar de tres hilos de perlas graduadas de agua salada de color crema claro que alcanzan los 371 quilates en total.