Relojes

¿Por qué la Reina Letizia nunca lleva reloj? Un experto en protocolo y etiqueta nos lo cuenta

(Foto: GTRES)

La Reina Letizia destaca por su inconfundible estilo y ha capturado la atención no sólo por su papel en la monarquía española, sino también por su estilo personal, que ha sido objeto de análisis y admiración. Uno de los aspectos más comentados de su estilo es la ausencia de reloj en sus apariciones públicas. Para entender mejor esta elección, hemos hablado con el experto en protocolo y etiqueta Juan de Dios Orozco López, fundador y CEO de International Butler School y Escuela de Lujo. Y te adelantamos que el estilo de Letizia armoniza la tradición con la modernidad, reflejando un protocolo que, aunque evoluciona, sigue preservando el arte de la cortesía y la elegancia en cada uno de sus gestos.

La flexibilidad en las normas de etiqueta y la evolución de la moda

Orozco López señala que no existe una norma estricta, ni escrita ni no escrita, que dictamine la necesidad de llevar o no llevar reloj en ciertos eventos. Esta flexibilidad refleja la evolución del protocolo en el siglo XXI, donde las normas se adaptan al contexto cultural y social en el que se desenvuelven.

A diferencia de la moda, que es efímera y responde a las tendencias del momento, el protocolo permanece estable, preservando las buenas maneras y la cortesía. «En protocolo, lo que era correcto hace décadas sigue siendo correcto ahora. Ahora bien, el protocolo del s.XXI se adapta al contexto en el que se desarrolla la acción», nos explica el experto.

(Foto: Pinterest)

Una decisión personal y estratégica de la Reina Letizia

La elección de la Reina Letizia de no llevar reloj puede interpretarse como una decisión estratégica y personal. Orozco López sugiere que esto podría deberse a su estilo minimalista. «Casi nunca lleva complementos ni joyas más allá de unos pendientes y, naturalmente, cuando se viste para momentos solemnes y en ceremonias de Estado», señala el Fundador de International Butler School y Escuela de Lujo para resaltar que «para ser elegante, menos es más».

Juan de Dios indica que otra razón podría ser que los responsables de protocolo diseñan todo al milímetro. «Ningún miembro de la Casa Real se expone oficialmente si todo no está controlado hasta el más mínimo detalle».

(Foto: Pinterest)

En un mundo donde las figuras públicas son escrutadas minuciosamente, evitar llevar un reloj podría ser una manera de no dar la impresión de estar deseando marcharse, algo que podría ser interpretado negativamente por los medios de comunicación y el público. «Todos recurrimos de manera inconsciente a mirar el reloj, si lo llevamos. Para un personaje público, mirar el reloj en medio de un acto oficial podría ser interpretado como un momento de hartazgo o cansancio. Jamás he visto a un Rey o a una Reina mirar el reloj en público», advierte Juan de Dios.

La etiqueta de no llevar reloj en eventos formales: ¿una norma en evolución?

Tradicionalmente, en eventos formales como cenas de gala o cócteles, las damas no llevan reloj. Esta norma no escrita ha sido preservada por el protocolo, que tiende a mantener las costumbres y la etiqueta. «Hay normas, usos y costumbres que el protocolo preserva y protege. No ocurrirá esto en ningún espacio donde quienes respetan y conocen el protocolo estén presentes», explica el experto.

Foto: Reina Letizia

Ahora bien, la moda lo puedo todo porque mueve mucho dinero. Orozco López reconoce que la moda tiene el poder de influir y cambiar estas normas, especialmente en una era donde las percepciones sobre el rol de género están en constante evolución. A pesar de esto, considera que en entornos donde el protocolo es respetado, es poco probable que esta norma cambie drásticamente.

«Estoy seguro de que muchas de las asistentes que acuden invitadas a celebraciones estarían dispuestas a llevar un reloj con un vestido de noche, pero también a portar cualquier elemento que llame la atención por su extravagancia. Don dinero lo puede todo menos adquirir la cualidad de ser elegante».

El estilo de la Reina Letizia y su impacto en la moda y el protocolo

La Reina Letizia ha sabido adaptar los usos y costumbres de la Casa Real española a la realidad contemporánea, logrando un equilibrio entre la tradición y la modernidad. «No olvidemos que el protocolo es una herramienta de comunicación y que Doña Letizia es periodista. Sin duda, su procedencia social y profesional ha proporcionado frescura y mucha más cercanía de las Reales Personas a los españoles», puntualiza Juan de Dios.

(Foto: GTRES)

Su estilo personal refleja una profunda consideración por el protocolo, pero también una capacidad de conectar con la sociedad actual. Orozco López destaca que su influencia no sólo se limita a España, sino que su elegancia es admirada y copiada por la alta sociedad y la aristocracia a nivel global. «Doña Letizia ha sabido salvaguardar la tradición y proporcionar elementos de actuación protocolaria que permiten conectar con la sociedad».

El reloj: ¿símbolo de estatus o mera funcionalidad?

Históricamente, el reloj ha sido visto como un símbolo de estatus y puntualidad. Sin embargo, en el contexto de la Reina Letizia, su decisión de no usarlo en público no parece estar relacionada con estas connotaciones. Según Orozco López, esta decisión es más una cuestión de protocolo y de seguridad, más que una declaración sobre su estatus.

«Estoy seguro de que, en su día a día, Doña Letizia lleva reloj», declara el experto en protocolo y etiqueta y añade que si Doña Letizia no lo lleva en público no tiene relación alguna con su estatus ni con su puntualidad. «La Ley le confiere su estatus y la puntualidad responde a necesidades de protocolo y de seguridad».

La Reina Letizia. (Foto: GTRES)

Lo cierto es que Doña Letizia, en sus inicios como princesa de Asturias, sí que apareció en diferentes actos con reloj. En concreto con uno de Audemars Piguet que el Rey Juan Carlos le regaló cuando se comprometió con el por entonces príncipe Felipe.

Perspectiva histórica sobre la norma de no usar reloj

El uso de relojes por parte de las damas en eventos formales nunca ha sido un punto de enfoque en los tratados de etiqueta. «Nunca he leído referencias al reloj en las damas», reconoce Orozco López y recuerda que «el primer reloj de pulsera fue creado en 1810 para una de las hermanas de Napoleón Bonaparte». A lo largo del tiempo, la norma de no llevar reloj en ciertos eventos se ha mantenido, siendo una práctica desaconsejada en el protocolo tradicional.