En la edición de la semana pasada del ATP Mutua Open de Madrid, tuve la ocasión de conocer a Franc Vila, fundador de su marca homónima de relojes y rápidamente conectamos hablando del presente y el futuro de la relojería. Franc es un apasionado de la relojería al máximo nivel y te lo trasmite desde el primer momento. Tiene muchísimo mérito haber lanzado su propia marca de relojería suiza desde cero, siendo un “outsider” y haciendo una apuesta en la alta relojería. No solamente lo consiguió, si no que además después de una exitosa carrera decidió vender su marca a uno de sus principales distribuidores.
Francisco Vila nació en Valencia, España. No había nada que sugiriera que tendría un brillante futuro en la relojería, ya que su región natal era más conocida por sus artesanos en los campos de la porcelana y el cuero. De esta manera, después de estudiar ciencia, arte y filosofía, le pareció bastante natural comenzar su carrera en la producción de artículos de cuero de alta gama donde ejerció como director artístico. Esta primera experiencia profesional le permitió descubrir el universo del lujo, con sus exigencias y su singularidad. Pero para entender realmente la identidad de la marca de Franc Vila tenemos que volver al principal motivador de su creador: la Pasión. Fue durante su infancia cuando Franc Vila quedó fascinado al descubrir la magia de los relojes mecánicos. Se imaginaba que tenían su «propia vida». Este sentimiento nunca lo abandonó realmente. Lo que le enganchó desde los inicios fueron los relojes con movimientos complicados, con un diseño muy técnico y con una fuerte personalidad.
Fue en 2002 cuando Franc Vila creó su primer reloj, inicialmente, para él. Fue autodidacta y soñaba con crear uno de los relojes más hermosos jamás imaginados, combinando un mecanismo exclusivo con un diseño único. Todo ello fabricado íntegramente en Ginebra siguiendo la más pura tradición de la relojería suiza.
Esto le llevó a crear su propia marca en 2004, Franc Vila. «L’ESPRIT ÚNIQUE» La filosofía de la marca Franc Vila fue el perfeccionismo puro. La innovación, la creatividad y la excelencia fueron los principios fundamentales. El objetivo fue crear una gama completa de complicaciones relojeras presentadas en un diseño fuerte, contemporáneo y «sobre todo único». «La exclusividad es el corazón del lujo». El conocido movimiento con la misma forma que la caja – un 8 invertido.
Como comentaba al principio, una vez vendida la empresa, no dejaba de pensar en cómo lanzar algo innovador a un mercado tan competitivo y complicado como la relojería de lujo. Donde la competencia es grande, el nivel de exigencia es enorme y las barreras de entrada, casi infranqueables. Franc me comentaba que “la marca ya no es tan relevante, lo verdaderamente relevante es el producto” y eso es exactamente en lo que se ha centrado con su nueva ‘Marca’ FVF (Franc Vila Founder) casi inapreciable en la esfera de su nueva creación.
Por tanto, después de 20 años de experiencia siguiendo las reglas de la relojería de lujo, Franc Vila comienza su colección conceptual muy personal, de relojes de alta relojería, pero de alta relojería real, lo que denominamos ‘high end’. Franc Vila había aprendido las reglas como un profesional, ahora las puede romper como un artista. FVF no es una marca de relojes, es relojería emocional, relojería elevada a arte con el propósito de inspirar emociones. Es un concepto artístico «boutique», diseñando y elaborando relojes extremadamente artesanales en cada uno de sus componentes, hechos a mano con acabados y detalles realmente excepcionales.
Para este proyecto, Franc Vila decidió unir fuerzas con talentosos relojeros suizos independientes que comparten su pasión y visión de la relojería para lanzar su primer modelo FVF Emotional Horology No 1 Superligero Unibody tourbillon DAY. Para mí, desde luego, un reloj único tanto es su concepción técnica como estética, el reloj en la muñeca es sin duda una obra de arte en miniatura que te atrapa desde el primer momento. Tuve la ocasión de comprobarlo.
Este concepto de proyecto es el arquetipo de su universo único. Mecanismo complejo ultraligero, ultra-alto rendimiento, ultra Tourbillon de 60 segundos con estética contemporánea, reminiscencias clásicas, excelencia en la artesanía y el acabado a mano. La experiencia de Franc Vila en el desarrollo de relojes esqueleto de alta resistencia, sinónimo de resistencia a los golpes, innovación, ligereza y diseño, lo llevó a elegir para esta evolución una caja de movimiento compleja con una «caja-placa base» Unibody. La construcción del diseño del cuerpo de la unidad hizo que el reloj fuera más liviano y más rígido. Franc Vila elige Titanio grado 5 para la placa base esqueletizada de caja intermedia, porque es un material tecnológico con la rigidez requerida para la confiabilidad y fuerte rigidez necesaria para que el movimiento se pueda utilizar incluso, en condiciones extremas.
Los puentes también están fabricados en titanio de grado 5. Los biseles delantero y trasero están hechos de cristal de zafiro creando una caja de vidrio que protege el movimiento y dando un efecto cúpula de extrema calidad estética y ligereza.
La filosofía del movimiento combina respeto por la longevidad y la precisión con la tradición relojera clásica y la tecnología contemporánea en el diseño arquitectónico. La arquitectura moderna del movimiento evita la complejidad innecesaria gracias a un enfoque racional y soluciones mecánicas. Cada reloj está acabado con los más altos estándares.
Todo el acabado y la decoración es a mano con ángulos hacia adentro, las ruedas y piñones son completamente planos y altamente pulidos a mano, los tornillos también se pulen a mano para lograr el mayor nivel posible de pulido de la superficie.
Las especificaciones técnicas son realmente sorprendentes y a la vanguardia de la alta relojería y los mas altos niveles de calidad con un escape de Tourbillon de un minuto, movimiento unibody del esqueleto, días de la semana en una pantalla heptagonal que es una maravilla observar como cambia los días y que se puede accionar directamente desde el dispositivo colocado a las 9h. El Indicador 3D de día y noche, merece mención especial, ya que es una circunferencia completa la mitad de día y la mitad de noche, dando al reloj una profundidad tridimensional y sensación de espacio dentro de su propio universo bajo la cúpula curvada de su cristal de zafiro. El latido de su corazón es a 2,5hz (18.000 VPH) con una reserva de marcha de 4 días (100 horas).
Y finalmente, no deja de sorprendernos su peso total de 54,8 gramos incluyendo el brazalete con hebilla de titanio. Me gusta mucho el esfuerzo de las grandes marcas relojeras en aligerar el peso de sus modelos, al final se traduce en comodidad para el usuario. Richard Mille comenzó en este apartado una tendencia que sin duda esta marcando una tendencia positiva.
Para terminar y tal y como le dije al propio creador, mi más sentida enhorabuena y todos los éxitos, que sin duda se merece tan excelsa creación de un artista español en el reino de los artesanos, Suiza. Estoy seguro y después de ver la evolución de Franc, que nos sorprenderá para bien en el futuro con nuevas piezas inspiradas en la innovación y la máxima calidad técnica y estética.