Los aires cálidos y coloridos de la primavera han llegado ya también a las tendencias en joyería. La ya centenaria Van Cleef and Arpels se inspira en esta romántica época del año para presentar una colección de joyas frescas y juveniles de oro rosa, cornalina, ónix y madreperla (nácar) con diseño de motivos naturales: simpáticas mariquitas, mariposas y flores que invaden nuestras muñecas con sus pulseras, nos adornan las manos con sus anillos y embellecen con sus pendientes. Un jardín de ensueño que te invitamos a descubrir con nosotros…
Con sus mariquitas y motivos florales, la colección Lucky Spring rinde homenaje a la primavera, la temporada de renovación querida por Van Cleef & Arpels. las creaciones enriquecen la naturaleza benévola del universo de la maison francesa.
Nácar esculpido multicolor
Madreperla iridiscente
Un material querido por la Maison, el nácar se produce de forma natural en determinadas conchas. Ilumina las creaciones de joyería con sus reflejos brillantes, impartiendo un espíritu de feminidad, suavidad y protección. Particularmente prominente en las colecciones de joyería Alhambra®, Deux Papillons y Rose de Noël ™, el nácar también adorna los relojes Van Cleef & Arpels.
La naturaleza como fuente inagotable de inspiración
Desde su fundación en 1906, Van Cleef & Arpels ha recurrido a menudo a la naturaleza como fuente inagotable de inspiración. Encantada por las constantes metamorfosis de la flora y la fauna, la maison crea piezas que hacen eco de la floración de las flores y la exuberancia de los jardines. Los abundantes matices de las piedras preciosas, vastos y vibrantes, sirven para reflejar la vitalidad de la naturaleza y el ritmo de las estaciones.
Este estilo también se ilustra en los relojes, a través de relojes narrativos que fomentan la ensoñación y la contemplación. La Maison expresa así su visión de una naturaleza encantada con un ballet de mariposas de colores brillantes o pájaros volando, indicando graciosamente el paso del tiempo.+
Sobre Van Cleef&Arpels, una historia de amor
En 1906 nacía la icónica marca joyera en el 22 de Place Vendôme como producto, de una historia de auténtico amor que desde la propia casa califican como, «una historia de amor y piedras preciosas». Todo empezaba en 1895, en el corazón de París, con el matrimonio de Estelle Arpels, hija de un comerciante de piedras preciosas, y Alfred Van Cleef, hijo de un lapidario. La joven pareja compartía los mismos valores: espíritu de entusiasmo e innovación, sentido de familia y pasión por las piedras preciosas. Un emporio con un prestigio consolidado que sigue causando sensación y sentando cátedra en el mundo de la joyería.