Kim Kardashian, con los pendientes de 300.000 € de Liz Taylor, cierra la era Demna en Balenciaga
Demna ha dicho adiós a Balenciaga y el juego de las sillas de la moda sigue en movimiento. La marca con origen español tiene un nuevo director creativo, Pier Paolo Piccioli, el cual llevó a Valentino a otro nivel y nos ha hecho beber de sus tendencias cada temporada. Mientras Anderson ya ha presentado su primera colección en el desfile de Dior, el diseñador georgiano ha dicho adiós con una última propuesta, donde ha hecho oda a la alta costura desde la artesanía, pero con su firma impuesta en los patrones. De entre todas las modelos del último desfile de Balenciaga, Kim Kardashian ha sido la que ha acaparado la atención.
Mientras el joven diseñador se está preparando para tomar las riendas de Gucci, deja atrás el concepto que impuso en la marca española, con una visión propia que, con los años, se ha ido radicalizando. Un trabajo que, para muchos, fue excéntrico y, a veces, innecesario, pero bajo su dirección, los ingresos de la marca se multiplicaron por más de cinco, siendo una de las firmas con mayor crecimiento antes de la pandemia.
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Demna se despide de Balenciaga
En su última colección, presentada en los salones de alta costura de Balenciaga en la Avenue George V, el creador georgiano nos deleitó con creaciones de hombre y mujer. Las piezas que vimos las podemos interpretar como un acercamiento a la costura de Piccioli, para dejarle allanada su entrada a la casa. Hombros cuadrados, cinturas de avispa y prendas exteriores hasta el suelo, distintivos de una clara seña creativa de Demna, pero volviendo un poco a esa esencia perdida de Cristóbal Balenciaga.
Kim Kardashian: la gran protagonista
Desde hace varios años, la empresaria es una fanática de la marca y, ambas de la mano, nos han regalado grandes momentos. Desde el vestido hecho con cinta aislante, pasando por el excéntrico conjunto de la MET Gala y otros reseñables, la mediana del clan Kardashian pisó la pasarela encarnando a una joven Elizabeth Taylor. Con un vestido lencero de satén pálido con un busto y un dobladillo con ribete de encaje. Además del look, lo que destacaban eran los pendientes.
Liz Taylor presente con Kim Kardashian en Balenciaga
Es bien sabido que la marca propiedad del grupo Kering no trabaja la alta joyería, así que decidieron contar con el apoyo de Lorraine Schwartz. La diseñadora de joyas norteamericana lleva más de 20 años en la profesión y sus creaciones son alabadas por las grandes personalidades de Hollywood como Beyoncé, Rihanna, Sofía Vergara, Naomi Campbell o la cantante Lady Gaga. Estas imponentes piezas, en su día, formaron parte del joyero personal de Liz Taylor, que acompañaron al impacto narrativo del estilismo que se inspiraba en La gata sobre el tejado de zinc de 1958.
Este par es un espectacular modelo de diamantes de 15 quilates, conocidos popularmente como los «pendientes de candelabro». Taylor contó en su libro My love affair with jewelry que los descubrió paseando por París en 1957.
Tras la muerte de Elizabeth Taylor en 2011, estos pendientes salieron a subasta y fue la diseñadora de joyas Lorraine Schwartz quien los adquirió por 300.000 euros. Algo muy especial para Kim Kardashian, ya que esta entrevistó, en 2011, al icono de la actuación en Harper’s Bazaar y fue la última entrevista conocida de Liz Taylor antes de fallecer.