David Beckham es un amante de los relojes y añade un nuevo modelo a su colección, uno de los más atrevidos hasta la fecha. No hace mucho hablamos sobre el nuevo negocio del ex futbolista, una línea de productos enfocadas a la longevidad. Tres rutinas que han revolucionado los negocios de Beckham y que nos dejan sorpresas ocultas tras sus presentaciones. La última, algo alejada de su línea de negocio, nos permitió ver en exclusiva el nuevo modelo de reloj de Tudor.
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Detrás de cada movimiento de las marcas, siempre hay un por qué. Eso es algo que tenemos claro y por eso nos ha despertado tanta curiosidad ver la filtración premeditada que ha tenido lugar en uno de los últimos posts de David Beckham. Para ponernos en contexto, hace apenas una semana Beckham publicó en su perfil de Instagram una imagen sobre el evento de presentación que realizó junto a su firma de suplementación en Nueva York. Pero en los detalles (y los comentarios) de la publicación, a los espectadores les llamó la atención algo más que la suplementación. Y es que, precisamente en la mano donde sostenía el vaso con la fórmula de IM8, el ex futbolista portaba el último lanzamiento de la firma Tudor.
Se trata del nuevo Tudor Black Bay Chronograph, un reloj que encapsula tradición e innovación. Lo primero, ya que este modelo continúa la línea de cronógrafos deportivos para submarinistas de la firma. Y lo segundo, porque su tecnología y diseño abrazan la evolución y la búsqueda de los nuevos horizontes de la tecnología de Tudor. Tal es su exclusividad que se han ganado la denominación de Daring Watches de Tudor, conformada por una selección de relojes «poco convencionales» dentro de la firma que, tal y como describen en la web, están diseñados «para romper tradiciones».
El modelo está a la venta por 5.990 € y ya ha supuesto toda una revolución en las filas de la firma. No sólo por tratarse de un modelo asequible a nuevos targets. También por toda la historia que encierra tras sus agujas.
A primera vista, lo que nos fascina del modelo es el intenso tono azul de la esfera, que resalta todavía más gracias al contraste de los contadores que encuentra en su interior y al bisel fijo de acero negro mate con escala taquimétrica y marcas en plata. El interior de la caja de 41 mm encierra el calibre de Manufactura MT5813 con función cronógrafo mecánico de cuerda automática con rotor bidireccional. Con una reserva de marcha de 70 horas y una espiral de silicio amagnético, cuenta con la certificación oficial del Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC).
Si algo caracteriza y diferencia a este modelo respecto a sus antecedentes en la línea de Tudor Black Bay Chronograph es su llamativa esfera. Denominada como Flamingo Blue, en referencia al intenso tono azul celeste que posee, es una de las apuestas más llamativas de la firma. Encuentra su inspiración en el tono turquesa del agua en el que se encuentran los flamencos, tal y como remarca la firma en sus comunicados.
David Beckham y su relación con Tudor
La relación entre Beckham y Tudor va mucho más allá que la de ser embajador. Y, de hecho, no es la primera vez que le vemos aparecer con colores disruptivos en sus modelos. Hace un año la firma también presentó su primera apuesta de color inspirada en estos animales. En la anterior ocasión, en una tonalidad rosa que, también casualmente, vimos por primera vez en la muñeca de Beckham.
Aunque en esta ocasión, el motivo por el que Beckham fue el primero en portarlo iba más allá, puesto que se trata de una colaboración en exclusiva con su equipo, el Inter Miami CF. Así lo hicieron saber a través de un comunicado por instagram, en el que Tudor afirmaba que para hacer que el equipo destaque, el embajador de Tudor, el ex futbolista, se fue con el rosa, «un color que representa la esencia de Miami y el espíritu atrevido que lo impulsó a lo largo de su carrera, dentro y fuera del campo».
Este modelo ha marcado un antes y un después en la firma, no sólo por la peculiar forma en la que han dado a conocer este nuevo lanzamiento a los internautas. Más bien por desdibujar la tradición de diseño de la firma y dar a conocer el universo creativo al que es capaz de llegar Tudor. Capaz, a su vez, de inyectar un extra de diversión, color, desenfado y vitalidad. Para experimentar nuevas tonalidades cromáticas con las que llegar a un público juvenil y sumarse a las tendencias que han conducido a las firmas relojeras a explorar los límites de sus diseños.
No es la primera gran firma que vemos apostar por el atrevimiento en sus esferas. A la experimentación creativa característica de firmas como Swatch, hemos visto a grandes firmas de la alta relojería jugar con la creatividad en sus diseños. En 2020, cuando el color llegó al Rolex Oyster Perpetual. O en la icónica colaboración entre las firmas Patek Philippe Genève y Tiffany & Co, que dio lugar al Patek Philippe Nautilus Tiffany azul.