¿Has pensado alguna vez en el origen de los símbolos de las marcas más reconocidas? Hay cantidad de historia, además de muchos detalles, que refuerzan la identidad de las firmas más célebres en todo el mundo. Uno de ellos es la Pantera de Cartier, o en su idioma original: La Panthère de Cartier. Hoy en COOL nos adentramos en el universo de esta marca de lujo, emblema de elegancia, para contarte por qué este animal lleva acompañándola desde 1914.
Seguramente hayas visto en diferentes piezas y colecciones de la marca a este animal que ya es todo un icono. Aunque, si nos remontamos a su origen, el felino más significativo de Cartier realiza su primera aparición a principios del siglo XX. El ilustrador de moda George Barbier realizó una invitación en acuarela para una exposición de perlas y joyas que Louis Cartier, joyero y uno de los herederos del fundador (Louis-François Cartier), realizó en su boutique.
En esta tarjeta vemos reflejada a una cautivadora, elegante y refinada dama, que viste acorde a la época; mientras sostiene un colgante de pedrería. Pero, sin duda alguna, uno de los elementos que no pasaría desapercibido es la pantera que descansa en la parte inferior de esta invitación con un tono azabache intenso. Con la Dame à la Panthère, la firma francesa inicia el legado de lo que hasta hoy supone uno de los pilares fundamentales de la imagen de Cartier. Gracias al éxito que resultó tener dicha invitación, la empresa consideró este momento como el punto de inflexión para conformar el concepto de la ‘Mujer Cartier’.
¿Cómo es La Dame à la Panthère?
Como cada marca de lujo, ésta también tiene su hueco en cuanto a la diversidad de formas de ser dentro del género femenino. Los arquetipos de la mujer, en este caso, sirven a las marcas para impulsar el mensaje final que desean transmitir. La ‘Mujer Chanel’, por ejemplo, es aquella que muestra una personalidad fuerte con un toque misterioso, de pedigrí aristocrático y con cierta entidad personal, algo que podemos observar en las mujeres que son imagen de esta firma. Mujeres que, en este caso, comparten rasgos con su fundadora: Gabriel Chanel. La ‘Mujer Cartier‘, por su parte, se muestra como una mujer renovada, libre y relajada; a la vez que misteriosa, que podría ir desde lo más exótico hasta lo clásico.
En la época, no era extraño ver durante las celebraciones de la aristocracia europea leones o guepardos en sus casas. Estos felinos han representado, además de la feminidad, poder, triunfo, autoridad y seducción. Tras adoptar la pantera como parte de su legado, toma la posesión en cuanto a lo que se refiere a la creatividad y comunicación de la marca. La periodista especializada en alta joyería Vivienne Becker y autora de la obra ‘Panthère’, cuenta que: «Lo que sí que fue un logro de Cartier fue hacer suya la conexión entre pantera y joya, dos expresiones intemporales de la feminidad». Explica que han sido capaces de conectar con el estilo de la mujer del siglo XX.
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En ese mismo año (1914), Cartier crea un reloj cuya pulsera ya mostraba la simulación del pelaje de una pantera. Una combinación de diamantes y ónix que sirvió como predecesor de uno de los modelos que se mantienen en el catálogo de la firma, aunque ha ido evolucionando con el paso de los años.
Otro de los hitos fundamentales en el proceso de creación de la Pantera que hoy conocemos es un viaje de Louis Cartier a Kenya. Gracias a Jeanne Toussaint, amiga de Chanel, el joyero decide tras un safari que la pantera sería la encargada de representar el espíritu femenino de su firma. Además, a su vuelta del viaje decide regalarle a la dama una pitillera hecha con diamantes, ónix y platino en la que aparecía la pantera inicial de George Barbier.
Toussaint, a raíz de esta serie de acontecimientos, se convierte en una de las piezas clave para la empresa puesto que Louis Cartier la contrata como diseñadora de accesorios femeninos. Encargándola así de bolsos, pitilleras, neceseres y otros complementos. La pantera comienza a aparecer de forma habitual y Jeanne Toussaint es nombrada directora creativa de la maison hasta los años 60.
Se trata de un figura fundamental para la marca; que creyó en La Panthère cuando aún nadie lo había imaginado. Ahora, un centenario después de aquella inspiración, se ha convertido en un emblema que ha sido capaz de sobrevivir a la historia. El diseñador Hubert de Givenchy describió quién era esta dama a través de las siguientes palabras: “no sólo era inteligente, sino extraordinariamente creativa. Transformó la joyería integrándola a la moda contemporánea y sus creaciones serán siempre admiradas porque están vivas, son de vanguardia y extremadamente elegantes. Exudan su estilo: muy personal, muy particular, muy Cartier”.
La duquesa Windsor es otra de las figuras que intervienen de manera especial en esta historia. Wallis Simpson encargó a la firma dos broches y un brazalete inspirados en una pantera en tres dimensiones que compró en 1948. Así, Cartier elabora la pieza del animal en pavé de zafiros y diamantes blancos y amarillos, mientras descansa sobre un cabujón de zafiro de más de 152 quilates.
El Restyling de la pieza
Con el paso del tiempo, La Panthère ha vivido un restyling para adaptarse a los gustos y tendencias del momento. Mientras que en los años 80 se convirtió en la power jewel, excesiva, en los años 90 el diseño pasó a ser mucho más minimalista. Una versión para la mujer sofisticada y estilizada a la que se dirige Cartier.
Tan relevante es este símbolo que ocupa el foco principal del artículo que en el año 2011, La Panthère de Cartier tuvo su propia película: L’Odyssée de Cartier. Un fashion film a través del cual la casa francesa hizo realidad la historia para compartirla de la forma más visual con el mundo. Un filme que reúne en poco más de tres minutos la esencia y los valores de la marca. El recorrido de transformación de una pantera que escapa desde el primer escaparate de Cartier, situado en la Rue de la Paix de París, hasta que se reúne con La Dàme. Recorre Rusia, China e India y durante este trayecto se encuentra con algunas de las piezas históricas más relevantes de Cartier. Como el broche Libélula, el collar Serpiente o el collar Cocodrilo.
Si nos detenemos a analizarlo, cabe destacar la importancia que reciben cada una de las secuencias, impregnadas de simbolismo y caracteres de Cartier. El brillo de las gemas que aparecen, las tonalidades principales: el plateado, el dorado y, finalmente, el rojo. Esenciales en joyería y representativos de la mujer femenina y elegante. Además, es relevante el argumento y el trayecto que realiza esta pantera. Pues expone alguno de los valores esenciales para la marca y define el arquetipo de mujer al que se dirige. Una dama independiente, de belleza indomable, y con intrigante personalidad. Una oda a la feminidad que adquiere poder. Las protagonistas principales fueron, tres jóvenes panteras pero, no podemos dejas atrás a la modelo Sharlom Harlow vistiendo un diseño rojo de Yiqing Yi.
Todo ello, a través de un mundo cargado de belleza en el que la joyería es la protagonista que busca en todo momento hacer soñar a la clienta principal, para que, de alguna manera, se sienta parte de la marca.
La Dame à la Panthère en la actualidad
¿Qué queda en la actualidad de todo el universo que envuelve la pantera? Existen exposiciones con piezas del felino que viajan constantemente por países. Ya han estado en Bangkok y en la región de Macao causando sensación. Por otra parte, la firma destaca por hacer brillar a muchas personalidades que lucen estas piezas de joyería consideradas como unas de las más elegantes y selectas del mundo.
En 2014, exactamente 100 años después del hito de la pantera, Cartier lanza una colección de piezas Panthère con motivo de la celebración de su aniversario. Fueron 56 piezas que representaron y aún lo hacen mostrando su maestría a la hora de perfilar cada detalle. Oro amarillo, oro blanco y platino, ónix, esmeraldas para los ojos, zafiros y, por supuesto, los diamantes más excepcionales.
A continuación hemos hecho una selección de nuestras piezas Panthère favoritas.