Los mecanismos de un reloj son auténtica poesía; cada engranaje, cada tornillo, cada movimiento… Para los amantes de la relojería, esta ciencia es una auténtica maravilla. Cada pieza de un reloj está pensada minuciosamente para encajar entre un millar de cálculos y movimientos… No existe pieza que falte ni sobre, todas son protagonistas en los mecanismos de un reloj. Hace poco hablábamos del bisel y de su importancia para fijar el cristal que protege la esfera, y ¿qué haríamos sin esta pieza? Nuestro reloj quedaría completamente desprotegido. Hoy hablamos de la corona, la rueda dentada situada en el costado de la cara del reloj, elemento fundamental y diferenciador del reloj. Todos sabemos cuál es su función, enrollar los relojes, darles cuerda, con un mecanismo manual, para detenerlo, cambiar la fecha y ajustar la hora. Pero, ¿qué tipos de corona existen? ¿Cómo funciona este mecanismo?
La corona de un reloj es el dispositivo de cuerpo estriado por medio del que se da cuerda al reloj, se le pone en hora o se cambia la fecha del calendario. Normalmente se sitúa a las 3.
Hay relojes con corona tipo cebolla, corona en cabujón, las hay que presentan un sistema giratorio que las hace surgir de manera inédita, protegidas por un mecanismo patentado; a rosca, que son las que llevan los relojes sumergibles, e incluso hay relojes sin corona , al menos a la vista.
La corona de un reloj es tanto un elemento estético como mecánico de suma importancia, a pesar de que en ocasiones solo nos acordemos de él cuando roza ligeramente el dorso de nuestra mano…
Una corona es funcional y también estilo, es el mecanismo que marca la diferencia entre un reloj cualquiera y una auténtica pieza relojera.
La mayoría de los relojes cuentan con una corona convencional que debe ser extraída con mucha delicadeza si queremos cambiar la hora, la fecha del calendario o incluso detener el mecanismo del reloj.
Para llevar a cabo estas funciones debemos ejercer una leve presión con el borde de la uña y no tirar de la corona con los dedos, para evitar que se dañe y provoque filtraciones de polvo o agua.
Forzar la corona al abrirla o cerrarla, podría resultar fatal para el reloj. Siempre debemos asegurarnos de desenroscar la corona antes de realizar cualquier operación.
Es sumamente importante que la corona esté completamente cerrada antes de utilizar el reloj o antes de sumergirlo.