Kumbra Yachts llega al sector náutico y no sólo promete romper esquemas, sino que también busca redefinir la experiencia de navegación con un enfoque en el confort y la funcionalidad. «Queremos que mucha más gente pueda vivir lo que significa estar en el mar: más experiencias, más emociones, más flexibilidad», explica el CEO de la empresa de yates y el mayor de los cuatro hermanos de la familia Moure, Víctor Moure. Los planes de este joven emprendedor pasan por centrarse en el cliente final y el mercado charter.

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Pregunta: ¿Cómo nace tu pasión por el mundo náutico?
Respuesta: La pasión nació conmigo, ya que desde los dos meses de vida ya estaba vinculado con el mar. Los mejores momentos siempre han sido junto al mar. Esta pasión náutica fue aumentando hasta el punto que empecé a competir en vela ligera a los catorce años, permitiéndome así descubrir muchos mares y pasar infinidad de horas en el mar, tanto sólo como acompañado.

P: ¿Qué propuestas vais a llevar a cabo para cumplir el objetivo de convertiros en la marca de referencia de la nueva generación náutica en el segmento de los day boats?
R: Desde Kumbra creemos que la nueva generación pasa por la digitalización y la innovación dentro del sector. En un sector maduro, apostamos por una visión más disruptiva, fresca y actualizada, creando una marca moderna, que salga de lo establecido. Nuestro foco principal está en tomar las decisiones poniendo al cliente en el centro y formar un ecosistema del que los navegantes se sientan parte de él. Todavía no podemos contar mucho, pero pronto tendremos novedades que marcarán un antes y un después para Kumbra.
«Nuestra principal diferenciación es la relación calidad-precio, donde ofrecemos yates con una calidad excepcional a un precio competitivo»
P: ¿En qué se diferencia Kumbra Yachts?
R: Nuestra principal diferenciación es la relación calidad-precio, donde ofrecemos unas embarcaciones con una calidad excepcional a un precio competitivo para animar a que más personas puedan disfrutar de la navegación. El diseño de Kumbra da personalidad a la marca: con líneas muy reconocibles, elegantes y, a su vez, atrevidas. El espacio tanto en la cubierta como en el interior sorprende por la optimización y es que cuando diseñamos, siempre nos intentamos poner en la piel del navegante, como hemos sido nosotros toda la vida. Esto, sin duda, nos da una ventaja muy positiva que acaba viéndose reflejado en el barco.
P: ¿De qué forma está redefiniendo la experiencia de navegación?
R: Kumbra redefine la navegación empezando desde lo que no forma parte de la navegación y es la experiencia previa. El acompañamiento al cliente en su toma de decisión y configuración del barco es clave. Nosotros apostamos por entender sus necesidades y ofrecerle la mejor configuración que se adapte a él, con total transparencia. Este acompañamiento, ayuda a que luego pueda disfrutar del barco al máximo. Nuestro objetivo también es ser muy eficientes con el servicio post-venta, ya que es uno de los principales problemas del sector. Lo lograremos poniéndole máxima atención a la fabricación y un buen contacto con el cliente.
Además, la náutica sigue siendo un sector tradicional y creemos que ha llegado el momento de abrirlo a más personas. Queremos que mucha más gente pueda vivir lo que significa estar en el mar: más experiencias, más emociones, más flexibilidad.

«El reto era conseguir incorporar características poco comunes en nuestra eslora sin colapsar el yate con demasiadas cosas… Y lo logramos»
P: ¿Qué presencia tiene la innovación en vuestra gama de yates?
R: Destacaría dos puntos clave: El diseño y la optimización de espacios. En cuanto al diseño, hemos apostado por unas líneas muy marcadas, con mucha personalidad. En un mercado con muchas marcas diferentes de Day-boats, era complicado crear una gama que fuera identificable, pero Kumbra se caracteriza por su singular proa, su diseño minimalista y sus yates repletos de detalles.
En cuanto a la optimización de espacios, nos hemos fijado en yates más grandes para lograr tener características muy similares a embarcaciones de más eslora. El reto era conseguir incorporar características poco comunes en nuestra eslora (dos camarotes, dos solariums, amplia zona para comer, plataformas de baño anchas y larga, pasillos generosos para la comodidad el cliente, etc.) sin colapsar el barco con demasiadas cosas. Y el obetivo lo logramos, creando una sintonía y una sensación de espacios grandes en todos los rincones del barco. La innovación será constante y en futuros modelos de la gama, se verán más innovaciones únicas en el mercado.
P: ¿Qué características se pueden destacar de los nuevos modelos de 2025?
R: Todavía no podemos avanzar mucho, pero ofreceremos yates pensados de navegantes para navegantes, buscando siempre detalles de lujo y calidades únicas en el mercado. Además, queremos apostar por la personalización y flexibilidad con los clientes, ya que creemos que si no hay dos clientes iguales, tampoco pueden haber dos Kumbras iguales.

P: ¿Cómo esperáis ver a Kumbra Yachts en el futuro?
R: Nuestro objetivo es claro: ser los pioneros de la nueva generación náutica. Somos un equipo ambicioso y no nos gusta conformarnos, por lo que también queremos seguir expandiendo la marca en Europa y abrir mercado en nuevos continentes, pero siempre con nuestro sello de identidad: calidad y diseño reconocible y elegante. Nos encantaría que los navegantes vieran un Kumbra de lejos y lo reconocieran y que todos los clientes de Kumbra fueran fieles a la marca y quieran seguir creciendo de la mano con nosotros. Mi sueño es ir a una cala en verano y encontrarme un Kumbra.