Si hay un coche icónico en las islas Baleares es el Citroën Mehari. Un coche con historia se convierte en el compañero perfecto cuando llega el verano. Es un automóvil que nos lleva con la mente a playas de Formentera o Menorca, esas de arena blanca y agua transparente. Mehari es sinónimo de temporada estival.
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Este automóvil todoterreno danés se fabricó entre 1968 y 1987. Y hay menos de 145.000 unidades por lo que es un coche cotizadísimo y objeto de deseo para muchos. Podemos encontrarlo en varios colores, todos ellos llamativos y enérgicos: verde pistacho, naranja, amarillo, blanco… Coches con personalidad que captan la atención de quien los ve.
¿Y por qué se llama Mehari? Como suele ocurrir, todo tiene un por qué. Viene del árabe -todos los modelos tienen referencias desérticas-, y si lo buscamos en Real Academia Española esto es lo que encontramos: Dromedario doméstico de tamaño mayor que el normal y gran resistencia y velocidad. Y precisamente esa resistencia, ligereza y velocidad es lo que caracteriza al Mehari. De ahí su nombre.
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Se presentó en los años 60 en el Salón de París y ahí nació la revolución que sigue llegando hasta ahora -se presentó en un momento de revolución estudiantil y aun así, consiguió triunfar y ser noticia-. Todo en parte a su carrocería de plástico ABS, ligera y económica, lo que le da ese carácter tan liviano al coche. Por eso es un vehículo que vemos en las islas, cerca del mar. Es perfecto para pasear cerca de la playa. En 1983 se lanzó un modelo concreto en nuestro país y en Portugal, el Plage. El nombre era perfecto.
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El Citroën Mehari es un coche que podemos encontrar con dos o cuatro plazas, que puede desmontarse y ser descapotable… Un coche con personalidad que fue idea Roland de la Poype, propietario de una empresa de plásticos. Eso ha influido mucho en su esencia. Pero si seguimos hablando de nombres propios, también hay que hablar del diseñador industrial Jean Louis Berrault. Son muchos los que apostaron por el proyecto y triunfaron con el Mehari.