El mundo del motor no es la primera vez que rinde homenaje a las películas de James Bond. Si bien es cierto que existe un coche que está totalmente ligado al agente 007 es, sin duda, el Aston Martin DB5. Se trata de uno de los coches más icónicos de la historia del cine. Sin embargo, como el mundo del cine celebra sesenta años del estreno de Goldfinger, Rolls-Royce ha creado este exclusivo Phantom bicolor. Se parece mucho al Rolls-Royce Phantom III de 1937 que aparece en la propia película Goldfinger, de la saga James Bond. La marca británica ha creado un coche para celebrar el 90 aniversario del icónico modelo, como un homenaje al agente secreto James Bond. ¡Descubre todos los detalles de este Rolls-Royce Phantom Goldfinger de acabado bitono con color amarillo y negro!
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El Rolls-Royce Phantom Extended rinde homenaje a James Bond
Un motor V12 de 6.75 litros y 571 CV de potencia
El Phantom Goldfinger mantiene el motor V12 biturbo de 6.75 litros, que desarrolla 563 CV y un par motor de 900 Nm. El Phantom Extented no está orientado al rendimiento deportivo, aún así sus cifras garantizan pasar de 0 a 100 km/h en aproximadamente 5.3 segundos. La transmisión automática de ocho velocidades asegura que el Phantom Goldfinger ofrezca una experiencia de conducción excepcional.
Dos tonos en la pintura exterior
El Phantom Goldfinger se caracteriza por un diseño exterior en tono amarillo a medida con una ancha línea central en negro que recorre el capó, el techo y el maletero. De este modelo icono no sólo destacamos el acabado bitono con color amarillo y negro, que es el mismo tono de pintura empleado en el coche de Goldfinger, sino que también se han tenido en cuenta otros detalles como los tapacubos flotantes, idénticos a los del Phantom III.
El Phantom está chapado en oro de 24 quilates
En el interior, la cabina muestra acabados en madera Paldao con incrustaciones de latón dorado, una referencia a la estética de Goldfinger. Los detalles exclusivos incluyen grabados personalizados en el tablero que representan algunas de las escenas icónicas de la película e incluso un lingote macizo de oro de 18 quilates con la forma del coche.
Otro detalle a destacar es el reloj en el salpicadero, que está diseñado a partir de la icónica secuencia del cañón de pistola (con la que arrancan todas las películas de 007). Rolls-Royce también ha dado un aspecto especial al característico revestimiento de cuero del techo. Un patrón de estrellas en el techo reproduce la misma posición de las constelaciones la última noche del rodaje de la película Goldfinger sobre el paso del Furka, una carretera en los Alpes que tuvo que ascender el Phantom III, con 719 estrellas que brillan en un tono dorado y ocho más fugaces.