Estos son los coches de película más famosos de Hollywood
Las grandes producciones de la historia tienen protagonistas que se ganan al público a través de la pequeña y gran pantalla, creando un icono inmortal que inspira durante décadas. Pero es verdad que hay muchas veces que los secundarios pueden eclipsar al personaje principal y ser los auténticos protagonistas. En este caso no hablamos de personas, sino de vehículos. ¿Cuántas veces has visto una serie o una película y éstos son el centro de atención? Hacemos un paseo por el tiempo y descubrimos los coches de película que más han marcado la historia.
- Esta es la exclusiva colección de coches de alta gama de Zendaya
- Guía definitiva de los coches deportivos de lujo más deseados
Lotus Esprit Series I
Está claro que los coches de James Bond son todo un clásico y en ninguna de sus películas pasan desapercibidos. Muchos de los supercoches de la época tomaron las formas voluptuosas que heredaron de los coches deportivos de las décadas de 1950 y 1960, dando paso a diseños con aires futuristas. En La Espía que me Amó, el agente secreto condujo el Lotus Esprit blanco Serie I. El coche se convertía en submarino y se le desplegaban unas alas para surcar el fondo del mar. Lo curioso es que este coche de película desapareció y, hace no mucho, una pareja compró un almacén no reclamado. Pagaron un dólar y al abrir la persiana del mismo, se encontraron con la creación.
DeLorean DMC-12
El protagonismo de este coche en las películas de Regreso al Futuro fue destacado, puesto que la receta era perfecta. En la película era una máquina del tiempo, y el aspecto futurista del mismo era esencial para la conceptualización de la historia. Sin embargo, bajo el capó, el DeLorean no era el superdeportivo que prometía con su llamativa carrocería, ya que llevaba un motor V-6 de 2.9 litros y 130 caballos, pero eso da igual porque lo que importa es la estética. Fue y sigue siendo un icono, de tal manera que existen empresas que se dedican a restaurarlos y actualizarlos, pero manteniendo la estética que tan famoso le hizo.
Aston Martin DB5
La marca es una de las permanentes en las películas de James Bond y es uno de los coches que refleja la esencia de la filmografía. Estuvo presente en Goldfinger y Operación Trueno, no siendo sólo él el motivo de atracción, sino que los efectos que añadieron al automóvil se han convertido en uno de los grandes atractivos del mismo. La larga lista de trucos interesantes incluía parachoques de ariete, ametralladoras, asiento eyectable, pantalla de humo, rociador de aceite y más. Su importancia ha sido tal, que vimos como se vendía en subasta uno de los ejemplares usados en la película, el pasado año, por más de cuatro millones de euros.
Ford Thunderbrid
Este fue parte de uno de los largometrajes más populares de Hollywood y que cuenta una historia que todavía sigue viva. Como cualquier forajido clásico, las mujeres que protagonizaban Thelma y Louise viajaban con estilo en un Ford T-Bird de 1966. La elección principal para convertir este en uno de los grandes coches de película era muy simple: es abierto, se puede filmar a los actores desde fuera y, además, podrían meter a los secundarios en la parte de atrás del coche. Desde que se compró en Metro MGM Movies en 1991, un automóvil se vendió en una subasta en 2008 por casi 70.000 euros, ya que llevaba las firmas de Brad Pitt y Geena Davis.
Iron Man
Este largometraje tiene uno de los coches de película más actuales y, además, en todas las películas de la saga de Marvel siempre se usa la misma marca: Audi. Tuvo tanto éxito y una gran repercusión en ventas, que Audi decidió seguir en la saga y que se convirtiera en el coche oficial de Iron Man. Es más, el equipo de efectos especiales ha contado en diversas entrevistas que, durante la batalla final, originalmente iba a haber una secuencia en la que Tony, con el traje, conducía un R8 que chocaba contra las piernas de su adversario y luego volcaba, después de lo cual Iron Man dividía el vehículo por la mitad y luego saltaba hacia la batalla. El coche estaba tan bien construido que fue imposible y, además, no se despegaba del asfalto, así que tuvieron que reescribir toda la escena.