El cable que podría cargar el coche eléctrico en el mismo tiempo que un repostaje

Coche eléctrico de Ford
Foto: Ford

Los coches eléctricos han venido para quedarse. Eso ya está más que claro. Al fin y al cabo, aunque Tesla siempre será el pionero, hoy en día prácticamente no queda marca que no haya apostado por saltar al enchufe. Sin embargo, es precisamente el tiempo de recarga la principal flaqueza a la que puede enfrentarse frente al coche tradicional.

Coche eléctrico / Foto: Unsplash
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Aunque el tiempo de autonomía se haya convertido en la principal diferencia entre modelos, Ford ha decidido mirar para otro lado y podría tener la clave cuando del tiempo de carga en espacios públicos se trata. Y es que la marca está desarrollando una conexión que permitiría recargar el coche eléctrico en el mismo tiempo que una típica parada para repostar.

Coche eléctrico / Unsplash
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Quien sorprendiese el pasado 2019 con la llegada de su Mustang Mach-E, el primer SUV y modelo eléctrico en los 55 años de historia del icónico Ford Mustang, se encuentra colaborando con investigadores de la Universidad de Purdue en Indiana (EEUU), el departamento Ford Motor Company Research and Advanced Engineering (R&A) se encuentra desarrollando un cable de recarga de nueva tecnología que podría revolucionar el sector y dar el impulso final que necesita el vehículo eléctrico. ¿En qué consiste la magia? En buscar un sistema de refrigeración del cable que aumente su capacidad para transmitir la energía desde el poste de carga hasta la batería del coche.

Ford
Foto: Ford

Los entendidos bien saben que el mayor problema de la recarga rápida y ultrarrápida de las baterías es el sobrecalentamiento del cable de conexión, algo que limita la velocidad de suministro de los cargadores. Pues bien. Aquí radica el verdadero quid de la cuestión. La marca americana y los investigadores han apostado por el ya utilizado refrigerante líquido, pero a través de una nueva tecnología que conseguiría que ese líquido, cuando se alcanzan determinadas temperaturas, pase al estado gaseoso. Esto es, que traducido supondría un aumento de su capacidad y, por tanto, disipar el calor generado durante la carga.

Coche eléctrico / Unsplash
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El resultado práctico es, según declaran los responsables del proyecto, que con esto los tiempos actuales de recarga se acortarían, bastando unos pocos minutos para permitir seguir en carretera. Ahora, todo lo bueno se hace esperar. Todavía en proceso de patente, el laboratorio estadounidense va a iniciar durante los dos próximos años una serie de ensayos del prototipo para adaptar su funcionamiento y la velocidad de carga a varios tipos de coche eléctrico. No suena nada mal, ¿verdad?

Coche eléctrico
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