La reputada empresa naviera con sede en Arizona Bravada Yachts, se ha lanzado a diseñar y construir elegantes yates de agua dulce. Tras años dedicados a crear superyates marítimos, ahora ha decidido embarcarse en la aventura de esta nueva generación de yates para ríos, lagos y pantanos. Sofisticación y buen gusto con el sello de David Weiss, el alma creativa del Invictus, un impresionante velero de agua dulce que ahora, gracias a la apuesta de esta empresa norteamericana, tendrá una auténtica legión de ‘primos hermanos’ aún, más exclusivos.
Bravada Yachts cuenta con una impresionante nueva serie de barcos. Yates de 22 metros de eslora y con un interior verdaderamente cómodo y amplio: casi 300 metros cuadrados de casa con cinco camarotes, dos cocinas (a falta de una…), dos baños, dos cabinas para la tripulación y un tobogán de agua de cuatro metros y medio.
El nuevo ‘Invictus’ de 2 millones de dólares
Con un interior propio de los yates más premium, uno de los modelos, que es considerado ‘el nuevo Invictus’ cuenta con casi 300 metros cuadrados de eslora. Es fiel a su ADN, impregnado por los primeros veleros de lego creados por Weiss, posee un tobogán de agua y la presencia de vidrio que le hace tener unas vistas del agua únicas. “Llevar el vidrio tan bajo a la línea de flotación es algo inaudito en un superyate«, asegura el creador. “Ese tipo de diferencias nos permitió explorar lo que era posible”, sentencia.
Otras empresas que se tiran ‘al agua dulce’
Pero no solo los americanos se han atrevido a explorar las ventajas de estas estilosas embarcaciones. Otras empresas del gremio procedentes de Australia y Alemania también están lanzando nuevos diseños de agua dulce centrados en el vidrio. El Mischief de tres pisos de 60 pies de Status, aunque más cuadrado y menos maniobrable que Invictus , tiene un interior extenso y exclusivo, mientras que un modelo de un piso de 90 pies de House Boat Yatch, sede en Berlín asemeja a un estudio de vidrio flotante.
