Alfa Romeo anuncia el regreso del legendario 33 Stradale, un icono de los años 60, considerado por muchos como uno de los coches más bellos de todos los tiempos, y derivado directamente del Tipo 33, que en su día significó mucho en el automovilismo mundial. Sólo 33 unidades del 33 Stradale, personalizadas y únicas, en base a numerosas variaciones de colores exclusivos de carrocería, prestigiosos revestimientos y materiales innovadores. Cada coche está diseñado para ser único, por lo que cada uno se matricula según un procedimiento exclusivo y con un número de bastidor específico… ¡Y mucho más! Hoy en COOLthelifestyle hemos tenido la oportunidad de charlar brevemente con Alejandro Mesonero-Romanos, director de diseño de Alfa Romeo, quien nos ha explicado, con seguridad y pasión, todas las maravillas del último modelo.
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El regreso del legendario 33 Stradale
El Alfa Romeo 33 Stradale de 1967 es uno de los vehículos más fascinantes jamás producidos por la marca italiana: es la combinación de belleza y prestaciones, encarnando el concepto clave de Alfa Romeo de ‘belleza necesaria’, es decir, el equilibrio perfecto entre una mecánica sofisticada y el estilo que la envuelve.
«El nuevo 33 Stradale supone la reencarnación de un mito, de un de un modelo icónico y sobre todo esta conexión que siempre tiene que tener Alfa Romeo con el mundo de la competición«, nos cuenta Alejandro Mesonero-Romanos.
El nuevo 33 Stradale actúa como el vínculo ideal entre los motores de combustión interna del pasado y el futuro eléctrico, conseguido reinterpretando escrupulosa y respetuosamente los rasgos estilísticos del 33 Stradale de 1967. Un automóvil que asume el papel de manifiesto Alfa Romeo y anticipa algunos detalles del futuro de la marca.
«33 Stradale nació como un proyecto que quería dar una nueva vida a un icono de Alfa Romeo, que era la 33 Stradale diseñado en 1967 por Franco Scaglione. Lo que hemos hecho con el nuevo Stradale es una reinterpretación o una actualización de aquel diseño del 1967, respetando el DNA, respetando el espíritu del coche original, pero aportando un alto grado de modernidad o de contemporaneidad al diseño», nos cuenta Alejandro Mesonero-Romanos».
El resultado es un cupé de sólo 99cm de altura con puertas de apertura vertical, uno de los poquísimos automóviles de carretera basados en el modelo de carreras, del que heredó excelentes soluciones técnicas que todavía pueden hacer sombra a las de los sofisticados automóviles modernos 56 años después.
Su diseño, quintaesencia de la belleza en un automóvil, es casi imposible de describir: sus expresiones eran el equilibrio de sus formas, la pureza de sus líneas, la elegancia de cada uno de sus detalles.
«El cliente de 33 Stradale es cliente con una una gran cultura automovilística. Son clientes que tienen colecciones importantes de coches y que sobre todo, aprecian enormemente la marca Alfa Romeo y que son conocedores de la historia de nuestra marca y con muchísima pasión por todo el mundo del automóvil», continúa Alejandro.
Fabricados a mano en la Carrozzeria Touring Superleggera, sus estándares de calidad, como si fueran un sastre que hace el traje a medida, garantizan una obsesiva atención al detalle. Cada coche está diseñado para ser una obra de arte única e irrepetible, con el objetivo de formar parte de la historia de Alfa Romeo.
Diseño exterior
El exterior presenta un equilibrio perfecto entre proporciones, volúmenes y tratamiento de las superficies, y se convierte en el epítome de la ‘belleza necesaria’ de Alfa Romeo.
El frontal presenta un volumen potente y musculoso, en el que destacan el icónico escudo y las formas complejas de los faros con base elíptica. El perfil es dinámico y esbelto, con puertas con apertura en ‘élitros’ y dos grandes entradas de aire laterales.
La carrocería se proyecta hacia delante, con superficies modeladas según los criterios típicos de la expresión formal de Alfa Romeo. Además, gracias a la apertura angular de las puertas y al gran techo solar envolvente, el conductor puede disfrutar de una vista única, muy similar a la de la cabina de un avión. La imagen de conjunto que ofrece la apertura del capó y de las puertas realza el aspecto teatral del coche.
La ‘brutal’ parte trasera se equilibra con el sinuoso frontal y la altura máxima no está a la altura del parabrisas, como en cualquier otro deportivo, sino en medio del techo. En particular, la zona trasera expresa la fuerza del coche gracias a la trasera truncada, un gráfico en forma de V y los grupos ópticos traseros redondos.
Diseño interior
Los interiores también se distinguen por el minimalismo del diseño y los materiales, todos ellos concebidos para lograr la mayor implicación posible en la experiencia de conducción.
En particular, el habitáculo se diseñó con el propósito de reducir al mínimo los componentes que pudieran distraer al conductor, como se aprecia en el número limitado de mandos para utilizar durante la conducción y que se encuentran en la consola central.
Justo delante del conductor hay una pantalla, cuyo diseño ‘telescópico’ en 3D involucra al conductor en una interacción inédita. El volante, desprovisto de todos sus botones habituales, ofrece la experiencia del puro placer de conducir.
Como en la cabina de un avión, los mandos están situados a distintos niveles, en la parte baja de la consola central y en un plano superior, instalados en el revestimiento central del interior del techo. Los interiores están disponibles en dos niveles de acabado: ‘Tributo’ y ‘Alfa Corse’.
El salpicadero y el túnel central, inspirados en la aviación, emplean materiales tales como aluminio, fibra de carbono, cuero y Alcantara. Los asientos envolventes reinterpretan los de su precursor, garantizando confort y ergonomía.
Cada detalle está diseñado para crear un entorno exclusivo y atractivo, manteniendo la herencia estética y técnica del 33 Stradale de 1967.
Una obra de arte limitada y ‘sobre cuatro ruedas’
La nueva ‘fuoriserie’ (fabricación a medida), se producirá en sólo 33 unidades, a través de un programa específico que ha permitido a los clientes desarrollar elementos estilísticos funcionales junto con el equipo de desarrollo de Alfa Romeo.
Por lo tanto, nunca habrá dos coches idénticos en el mundo, lo que los convierte en obras maestras ‘sobre cuatro ruedas’, con la ambición de formar parte de la historia de Alfa Romeo. La misma singularidad se manifiesta también en un procedimiento de matriculación exclusivo que permite a los clientes ‘firmar’ personalmente el número de bastidor.
El número de bastidor específico incluye ocho dígitos elegidos por el cliente y se marca también en el túnel central. Con una consolidada experiencia en el campo de los automóviles a medida más exclusivos, Alfa Romeo empleará la artesanía de la Carrozzeria Touring Superleggera para fabricar los vehículos. Se aseguran así unos estándares de calidad a medida que garantizan una obsesiva atención al detalle.