Un viaje al corazón de la historia de Escocia a bordo de uno de los trenes más lujosos
Los viajes en tren siempre traen experiencias inolvidables. Su encanto va más allá del destino, pues es el trayecto es el que se convierte en el protagonista de la aventura, sobre todo si es uno como el Belmond Royal Scotsman. Clasificado entre los trenes más lujosos del mundo, sus cabinas privadas, de estilo eduardiano, te trasladan a otra época, a principios del s. XX. Un viaje de ida y vuelta al corazón de la historia de Escocia con el fin de visitar los lugares más exclusivos del país. Tiene una capacidad de tan solo 35 viajeros para garantizar una exquisita atención.
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De una a siete noches de grandes experiencias
Con el refinado sello de Belmond, la compañía ofrece una amplia variedad de itinerarios del Royal Scotsman: Desde una a siete noches de duración, y todos ellos salen desde Londres.
Con una marcha pausada y sosegada para poder disfrutar del paisaje, el tren atraviesa preciosistas lugares de las Tierras Altas, todos llenos de encanto rodeados de lagos y frondosa vegetación. Con paradas estratégicas en el camino para conocer algunos de los castillos y ciudades más emblemáticos.
Suites eduardinas
Cada camarote en suite cuenta con todo tipo de comodidades: Baño privado, amplios armarios, vestidor… Y una decoración neo-barroca con sofisticada marquetería de caoba. Por la noche, el tren estaciona en una tranquila estación para asegurar un buen descanso.
Espacio para el relax
Uno de los spas más prestigiosos de Escocia, el Bamford Haybarn, se encuentra a bordo del tren. Ofrecen tratamientos corporales, faciales, masajes… Garantizando el máximo relax.
Alta cocina
Disfrutar de la alta cocina a bordo es posible. Su restaurante es reconocido como uno de los mejores de Gran Bretaña ‘en movimiento’, ofreciendo platos locales de vanguardia.
Las cenas formales son de etiqueta, con esmoquin o falda escocesa para ellos y vestido de cóctel para ella. Pero si lo deseas, también se sirven cenas informales donde el dress code es casual.
Tras la cena, la velada se puede continuar en el vagón de observación donde degustar uno de los mejores whiskys de malta escocés, mientras disfrutas de una actuación en directo.