Gastro

Torcuato, el restaurante donde tocar el cielo de Madrid

Foto: Torcuato

Probablemente si pensamos en el nombre de Torcuato se nos viene a la cabeza el Torcuato más conocido, el periodista y escritor Torcuato Luca de Tena. Y si pensamos en él se nos viene a la cabeza un periódico muy conocido, y precisamente en su primera sede, en el palacio de la calle Serrano lindando con el Paseo de la Castellana, se encuentra este restaurante. Torcuato, donde tocar el cielo de Madrid.

Foto: Torcuato

En su planta más alta se encuentra este restaurante ecléctico y excéntrico, con una de las terraza más bonitas de la capital y uno de los interiores más espectaculares. Estuvimos en su inauguración y lo pudimos vivir en primera persona. Su decoración, con el sello de Pepe Leal, no deja indiferente a nadie.

Foto: Torcuato

Casi podríamos decir que estamos en cualquier restaurante de Nueva York, pues cada habitación del local es un universo diferente. Habitaciones con decoraciones diversas que conviven armonía. Hay que ir para saber de lo que estamos hablando.

Foto: Torcuato

«Un espacio único y ecléctico donde el art decó se mezcla con tapizados propios de los palacios franceses salpicado por pequeños detalles y curiosidades asiáticas», nos explican. Y precisamente este enfoque refleja muy bien lo que encontramos en la carta, ya que Torcuato es un restaurante muy viajero.

Foto: Torcuato
Foto: Torcuato

«Pepe Leal ha querido inspirarse en un universo ecléctico que deja presencia de todos aquellos viajes que Torcuato Luca de Tena hizo alrededor del mundo», comentan. De estos viajes en los fogones se encarga su chef, Sergio Fernández.

Foto: Torcuato

«Es tan ecléctico como los años de los que data el edificio. A finales del siglo XIX estaba muy de moda mezclar estilos distintos”, explica Pepe Leal. “Encontramos desde un neo siglo XVII hasta un granadino pasando por el clasicismo francés».

En la cocina esto se refleja con una carta se divide en diferentes apartados. En su raw bar, en la parte cruda, niguiris como el de atún rojo con gochujang o el maki de anguila, foie y mango. En sus entrantes, un tiradito de lubina con ajoblanco trufado o un salmorejo de cherrys con helado de Idiazábal.

En los segundos, platos viajeros como su vitello tonnato del revés, la hamburguesa de cordero especiada con pan bruoche y tzaziki o su picaña con chimichurri. Como postres destacan el bizcocho de limón y lima kefir con sopa de jengibre o su tarta de queso fluida con parmesano rallado. ¿Hay que reservar mesa entonces? Por supuesto.