El buen tiempo da la bienvenida a los espacios abiertos. O lo que es mejor: las terrazas gastronómicas que ofrecen gastronomía de altura sin muros arquitectónicos. Tanto a pie de calle como surcando las alturas para ofrecer una experiencia que sobrevuela la gastronomía. Porque las terrazas también tienen el poder y la capacidad de acercar a sus comensales a lo más alto de la capital, aquí una selección de nuestras terrazas a pie de calle y rooftops preferidas.
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Virrey
Viajar al norte sin salir del corazón de Madrid. Esta es una realidad que sólo es posible a través de la gastronomía y que las cocinas de Virrey consiguen hacerlo realidad. Dando la bienvenida al verano a pie de calle, la propuesta de Carlos Fernández-Miranda lleva al barrio Chamberí la terraza donde lo importante es el buen comer.
Toda su carta se configura a favor del producto, donde la novedad de la temporada la encontramos en Los Caprichos de Virrey, una selección de elaboraciones míticas del local que cuentan la historia del local a través de sus sabores más conocidos. Y que están encapsuladas en un menú, disponible por 45 euros.

Ubicación: C. de Zurbarán, 8, derecha, Chamberí.
Café Comercial
Situado junto a la glorieta de Bilbao, Café Comercial es una de esas paradas castizas donde la tradición se disfruta a través de la búsqueda de nuevas técnicas que suman calidad a los sabores «de toda la vida» y que, cada temporada, se renuevan y reinterpretan para ofrecer a los caminantes una parada entre la confluencia de la calle Fuencarral.
Esta temporada da la bienvenida al buen tiempo con nuevos sabores, donde poder encontrar la berenjena asada con sobrasada, queso de oveja y miel, los ñoquis salteados con gamba al ajillo y huevos fritos y el calamar de anzuelo a la andaluza con alioli de ajo asado. Además los fines de semana, Café Comercial arranca con su brunch desde las 10:00h hasta las 13:00h.

Ubicación: Gta. de Bilbao, 7, Centro.
Quiosco de Magadán
Después de un largo periodo de cierre, el Grupo Lamucca ha vuelto a recuperar el icónico Quiosco de Magadán. Y, sí, se ha ganado con creces la denominación de icónico porque abrió sus puertas en 1907 situado en el Paseo del Pintor Rosales. Hoy, su propuesta abarca el estilo culinario característico del grupo.
Desde los brunchs de la mañana hasta las elaboraciones tradicionales, la carta se caracteriza por una versatilidad donde el producto adquiere su máxima importancia y recorrido. Desde sus panes de masa madre, elaborados en su propio obrador (en Bruto) hasta los productos de temporada. Un esencial para mi que no te puedes ir sin probar: el pepito de solomillo y pimientos.

Ubicación: Paseo del Pintor Rosales, 9.
Filandón
A sólo 15 minutos del centro de Madrid, en el corazón del Pardo, encontramos el restaurante Filandón. Una escapada relajada para disfrutar en medio de la naturaleza con toda la familia, homenajeando un buen festín a la parrilla.
Por que, sí, en este restaurante todo pasa por el acabado de su parrilla. Todo para ofrecer sabores ahumados tanto en productos de mar como de montaña. Además de una selección de arroces elaborados con la misma técnica.

Ubicación: Carr. de El Pardo a Fuencarral, Km. 1.9, Fuencarral-El Pardo.
El Cielo de Montera
Sobrevolando el skyline madrileño encontramos en lo más alto del Hotel Montera Madrid Curio Collection by Hilton su rooftop: El Cielo de Montera. En su interior, una carta con sabores mediterráneos y cócteles de altura para dar a las tardes de verano un aire inolvidable.
Que suman calidad del producto en ofertas como los langostinos en Panko con salsa de mango y sweet chili o el brioche de rabo de toro trufado. Así como opciones más frescas que dan paso al steak tartar de chuleta, las ostras o su selección de postres.

Ubicación: C. de la Montera, 47, Centro.
Cornamusa
Cibeles es un signo indiscutible de la ciudad, en lo que a historia y tradición se refiere. Y una forma de ver este icono madrileño es en la terraza de Cornamusa. Ya en primavera nos adelanta la entrada de nuevos sabores en la carta, pero es que ahora, la azotea del Palacio de Cibeles, tiene todo para convertirse en uno de los imprescindibles de la ciudad en verano.
Primero, por la gastronómicos ay su propuesta «El tapeo con sello propio«, donde entran sabores como las croquetas de jamón ibérico, la tosta de ensaladilla rusa super cremosa y salazones o el buñuelo de bacalao con pimiento rojo. Además de la experiencia. Y es que se encuentra en la que fuese la sede de Correos, por lo que todo en su interior hace un guiño al origen de su ubicación.

Ubicación: Plaza Cibeles, 1, 6ºPlanta, Retiro.
Raimunda
Un extenso jardín se abre paso en el corazón de Madrid para dar forma a Raimunda, el restaurante situado en el Palacio de Linares. Su terraza parece formar parte de un escenario de cuento: rodeada de vegetación, recrea un oasis urbanitas que aleja a sus comensales del núcleo de la ciudad.
Lo mismo ocurre con sus elaboraciones, que tienen el mismo carácter internacional de Madrid y juegan con la fusión de la cocina mediterránea con toques latinos. Así, sus tacos vuelven cada temporada como el sello distintivo de la casa.

Ubicación: Paseo de Recoletos, 2
La cantina de Matadero
En un ambiente más desenfadado, La Cantina del Matadero es un lugar donde los aires industriales se fusionan con la cocina de Olivia te Cuida. Ahí se sirven tardes de desconexión, alejadas del bullicio, para quienes quieren encontrar una terraza en las que no hay ni normas ni etiquetas.
Con una carta más desenfadada y un estilo cercano y moderno, esta terraza ofrece el punto perfecto para disfrutar de un street food que te salvan del hambre (y el calor).
Ubicación: Pl. de Legazpi, 8, Arganzuela.
El Jardín de Orfila
No me cansaré de defender que los hoteles de Madrid albergan algunos de los restaurantes con mayor encanto de la ciudad. Otro de los muchos ejemplos, que cuenta con el aval del chef Mario Sandoval es El Jardín de Orfila, situado en el Hotel Orfila. En su carta, la alta gastronomía se encuentra tanto en los platos como en la selección de etiquetas que conforman su carta de vino. Recomendación dejarse aconsejar para maridar la comida y así poder disfrutar de una experiencia de estrella Michelin rodeado del glamour de este emblemático jardín.

Ubicación: calle Orfila, 6, Almagro.