Tamara Falcó, la marquesa de Griñón, y Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera, se reencontraron en Madrid con una cena muy comentada en Casa Salesas, el restaurante del momento. Entre platos tan castizos como los huevos fritos con jamón y una tarta de chocolate con AOVE y escamas de sal, Tamara y el diseñador estadounidense consolidaron una amistad que va más allá de la moda y del desfile de Carolina Herrera en Madrid. Una velada que mezcló estilo, naturalidad y confidencias, y que demuestra que la complicidad entre ambos sigue intacta desde la boda de Tamara e Íñigo Onieva en 2023, donde Gordon tuvo un papel clave.
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Tamara Falcó y Wes Gordon se reencuentran en Casa Salesas
La presencia de Tamara Falcó junto a Wes Gordon no es casual: la marquesa de Griñón ha sido una de las musas de la firma en los últimos años, y su vínculo va mucho más allá de lo profesional. Gordon fue el responsable de diseñar uno de los vestidos de novia que Tamara lució en su boda con Íñigo Onieva.
Pero esa noche en Casa Salesas, uno de los espacios más buscados de la capital, todo era más relajado: sin trajes de gala ni alfombras rojas, sólo una mesa bien puesta, platos sencillos y conversaciones espontáneas. En sus redes, Tamara resumía la cita con un escueto «Mi Wes», acompañado de imágenes donde ambos posan sonrientes y naturales.

De los altares a los huevos fritos
Sí, hubo huevos fritos con jamón. Y fueron, de hecho, el detalle más comentado de la velada. En medio de un menú castizo con guiños al producto español, el plato sirvió como símbolo de cercanía entre dos figuras acostumbradas al lujo, pero que saben disfrutar de lo simple. Entre confidencia y confidencia, hablaron de viajes, de tejidos, de proyectos y de Madrid, en un ambiente distendido que rompía cualquier formalidad. Y para rematar la noche, nada como un clásico: una tarta de chocolate con AOVE y escamas de sal.

Una mezcla de estilos (y de códigos)
El look de Tamara tampoco pasó desapercibido. Apostó por una combinación atrevida que mezclaba una blazer de lentejuelas con una sudadera gris, un ejemplo de su estilo ecléctico y sofisticado. Junto a ella, Gordon, fiel a su elegancia americana, lució su habitual sobriedad con un toque relajado. La química entre ambos traspasó la mesa: él, referente del chic contemporáneo; ella, icono del clasicismo español reinterpretado.
Aunque el motivo del encuentro podría tener relación con la nueva colección de Carolina Herrera, presentada en Madrid poco después, lo cierto es que la cena en Casa Salesas tuvo un aire más personal que profesional. Tamara no pudo asistir al desfile por motivos de agenda, pero sí quiso compartir este rato con su amigo y colaborador más cercano. En redes, no ocultó su cariño: «Qué gusto teneros en Madrid, Wes Gordon… El diseñador más elegante del planeta», escribió.
