En este día de Navidad, la mesa está llena de sabores que evocan lo mejor de nuestra tierra. Entre los aromas que inundan la casa, destacan dos productos esenciales que han sido creados para acompañar las celebraciones de esta fiesta, así como las de Año Nuevo y Reyes: el pan negro de algarroba y espelta de Samuel Moreno y el vino 5º Año de Finca Río Negro. La colaboración entre el chef estrella Michelin Samuel Moreno, de Molino de Alcuneza, y Finca Río Negro, resulta ser un homenaje a la tierra de Guadalajara y a sus tradiciones. Charlamos con ambos para descubrirte dos imprescindibles que no deberían faltar en la mesa de los más sibaritas.
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Desde la sierra norte de esta provincia, Finca Río Negro ha elaborado durante años vinos excepcionales, entre los que destaca su emblemático 5º Año, un vino de guarda que encierra toda la complejidad y elegancia de esta bodega única.
El pan de algarroba y espelta, creado por Samuel Moreno, es un tributo a los ingredientes humildes pero llenos de historia, como la algarroba y la espelta, que provienen directamente de la tierra de Guadalajara. Este pan negro artesanal, con su sabor profundo a cacao y tostados, complementa perfectamente las características del 5º Año. La acidez de la masa madre y el toque mineral que le otorga la espelta de la Sierra Norte equilibran las complejidades de este vino, creando una experiencia sensorial única.
Samuel Moreno, chef y propietario de Molino de Alcuzena Relais & Châteaux en Sigüenza, presume de una estrella Michelin desde 2018. Nos comparte su visión: «Siempre he creído en el valor de mirar hacia nuestras raíces y rescatar ingredientes que fueron olvidados con el paso del tiempo. La algarroba y la espelta son ingredientes humildes que tienen el potencial de otros mucho más suntuosos. Recuperarlos no sólo honra la tradición, sino que también nos permite innovar desde lo local y lo humilde». Para él, este pan negro de algarroba fue la elección ideal para acompañar el 5º Año. «El pan, con sus notas de cacao y tostados, complementa la complejidad del vino, creando una armonía perfecta entre ambos», explica.
El 5º Año de Finca Río Negro, por su parte, es un vino pensado para perdurar en el tiempo. Su elaboración requiere años de cuidados y paciencia, con una crianza de 18 meses en barricas de roble francés y una posterior maduración en botella que le otorga una sedosidad y complejidad únicas. Este vino se presenta como el compañero perfecto para platos robustos y festivos, pero también como un vino de disfrute en momentos tranquilos frente a la chimenea, durante esas tardes invernales que acompañan las fiestas de fin de año.
«Es un vino de guarda que sale al mercado el quinto año posterior a la vendimia», Víctor Fuentes (Finca Río Negro)
Víctor Fuentes, director comercial de la bodega, nos explica lo que hace al 5º Año tan especial: «Es un vino de guarda que sale al mercado el quinto año posterior a la vendimia. Está elaborado con las mejores parcelas de Tempranillo y Cabernet Sauvignon, con rendimientos de sólo un kilo por cepa. Su crianza en barricas de roble francés y su paso por botella antes de salir al mercado le otorgan una complejidad y elegancia excepcionales».
Victor recuerda que cuando empezaron a finales de los años 90 «nos llamaban locos e incluso algunos nos recomendaron plantar pingüinos en lugar de viñedos, ya que nuestra zona es conocida como la Siberia española. Ahora se nos reconoce como pioneros de la plantación en altura y ese teórico hándicap inicial se ha convertido en nuestra mayor virtud».
«Esta colaboración nació de la búsqueda de ofrecer algo diferente, único y auténtico que eleve las celebraciones navideñas», Samuel Moreno
Este año, en Navidad, el pan de Samuel Moreno y el 5º Año de Finca Río Negro nos invitan a viajar por los sabores de la Sierra Norte de Guadalajara, uniendo tradición e innovación en un maridaje ideal para las celebraciones. «Queremos que los que prueben esta combinación vivan un viaje sensorial y emocional», dice Samuel. Y es que, en estas fiestas, el pan y el vino no son solo alimentos; son portadores de histori y la esencia de la tierra que los vio nacer.
«La Navidad es un momento para sorprender y crear recuerdos inolvidables. Un pan como el de algarroba aporta capas de sabor que enriquecen cualquier menú navideño, desde un aperitivo hasta el plato principal», explica Samuel para señalar que esta colaboración nació de «de la búsqueda de ofrecer algo diferente, único y auténtico que eleve las celebraciones navideñas». El chef desea que «al probar esta combinación, deseo que sientan la autenticidad del territorio, la riqueza de los ingredientes y el cuidado artesanal detrás de cada producto».
«Ser reconocido por la Guía Michelin con una estrella verde significa que vamos en la dirección correcta», Samuel Moreno
Este año, Samuel ha sido reconocido con una estrella verde en la Guía Michelin. «Para mí, significa que vamos en la dirección correcta, trabajando con respeto hacia la tierra y hacia las generaciones futuras», expresa el chef con orgullo. «Nosotros buscamos escalar el impacto de nuestro trabajo apoyando a todos esos locos que anteponen la pasión por su trabajo y la búsqueda de un futuro mejor a su rentabilidad. En Molino de Alcuneza nos sentimos parte de esta misión, protegiendo no sólo ingredientes y técnicas, sino también la esencia del territorio.
Al igual que en la Navidad, cuando nos reunimos para compartir momentos con los nuestros, estos productos se ofrecen como una invitación a disfrutar de lo auténtico, lo hecho con mimo y respeto por la naturaleza. Si hay algo que distingue a esta combinación, es su capacidad para elevar la mesa navideña, sumergiéndonos en un sabor memorable, con la seguridad de que estamos apoyando a productores locales que apuestan por un futuro más sostenible y comprometido con la tierra. «Más allá de los sabores, espero que vivan un momento de disfrute pleno, que conecten con la tradición y celebren lo especial de la Navidad», concluye el chef estrella Michelin.
