Horcher es uno de los grandes proyectos gastronómicos de Madrid. Y aunque sea un restaurante con historia, no para de renovarse. Igual que cada temporada hay productos que se convierten en protagonistas en la despensa, en Horcher pasa exactamente igual. En invierno hablábamos de la caza, ahora toca hablar del pescado. La carta de primavera de Horcher es esta.
«Los meses de marzo y abril son los mejores para consumir ostras holandesas, lenguado salvaje, rodaballo salvaje y atún rojo», explican desde el restaurante. Pero estos productos no van a ser los únicos que son protagonistas de los platos de Horcher durante este mes. Vamos a poder disfrutar de exquisitas recetas en las próximas semanas.
Ragú de lenguado con carabineros y calabacín, lubina asada con compota y una fina base de patata crujiente; vieiras con crema de apio/nabo; langostinos al curry verde… Pero no son los únicos platos, hay otros fuera de carta de los que podemos disfrutar estos días. El tartar de atún rojo con patatas souflé, carpaccio de carabineros con pepino marinado, mango y vinagreta de lima a la mostaza… Todos ellos siguen esa esencia de gastronomía centroeuropea característica de Horcher.
Miguel Hermann, jefe de cocina de Horcher y con más de 9 años en las cocinas del restaurante, recomienda además el rodaballo salvaje -de Galicia-, la lubina salvaje y el lenguado. Productos de primerísima calidad en los que se cuida al milímetro la cocción, y estos se cocinan en la parrilla. “La temperatura de la parrilla es media, un poco elevada, de otra manera se pegaría el producto”, explica Hermann. Además de todos estos platos, hay que recordar que estos días son el momento óptimo de las ostras holandesas y las angulas, que por supuesto, también están la carta.
Horcher lleva 77 años ofreciendo lo mejor de su cocina y sigue haciéndolo cada temporada. Aunque eso sí, no solo ofrece lo mejor de sus fogones, también apuesta por los mejores productos, de ahí que el pescado sea el gran protagonista. Elisabeth Horcher sigue apostando por esa exigencia y esa sofisticación que ya ofrecía su abuelo Otto tras su apertura en 1943… Y que ha aprendido de su padre Gustav, al que ella llama «su jefe». Aunque la innovación sigue presente, las tradiciones tienen un gran peso. La alta cocina es una de las señas de identidad de Horcher y lo sigue siendo. También está primavera con estos platos en la carta.