Abre sus puertas un nuevo y minimalista hotel en Santorini
Santorini es una de las islas más bellas del archipiélago griego, pero también una de las más icónicas. Su fama traspasa fronteras, por eso es uno de los destinos favoritos del país heleno. Soñar con su paisaje volcánico, pasear por las callecitas blancas de sus pueblos y disfrutar de la magia de sus playas es apetecible. Aun más su oferta hotelera, a la que hay que sumar un alojamiento de prestigio más. ¿Su nombre? Grace Hotel.
Grace Hotel se encuentra en Immerovigli, lo que permite tener vistas a la caldera -al centro del cráter-, al mar y también a Oia, que se encuentra al fondo. Unas vistas absolutamente mágicas que se pueden divisar desde cualquier rincón del hotel. Grace Hotel pertenece a la liga de hoteles Lartisien, por lo que el lujo está asegurado.
Ellos defienden que hay muchos hoteles en la caldera, pero pocos con estas vistas panorámicas al mar Egeo, porque la propiedad está literalmente tallada sobre el acantilado. Pero no es lo único especial en este hotel, las 20 habitaciones que hay también lo son. Todas ellas con magníficas terrazas para relajarse. En todas, como la arquitectura griega, impera el blanco. No hace falta moverse para ver los mejores atardeceres. Basta con asomarse a su infinity pool -la más grande de Immerovigli- o tomar una copa en su Champagne Lounge.
Para comer o cenar, el alojamiento cuenta con un restaurante con filosofía mediterránea: Santoro. Un rincón gastronómico sofisticado que apuesta por una gastronomía como su filosofía, que hace honor al lugar en el que está. Su terraza tiene unas vistas 180 grados sobre el acantilado. Nos quita la respiración. Desde el hotel lo narran así: «Es como si estuvieras en una ópera y sintieras que tienes los mejores asientos».
Además de habitaciones de ensueño, una piscina increíbles, vistas epatantes… Han creado un programa que se sustenta en tres pilares: arte y cultura, gastronomía y aventura. Todos ellos, explican, «permiten crear una profunda unión con el destino».