En 2025, el lujo ha redefinido su esencia. Ya no se mide en estrellas, etiquetas o dosis de extravagancia, sino en experiencias auténticas, personalización exquisita y una conexión profunda con el entorno. El viajero de alto nivel ya no busca ser visto, sino sentirse transformado. En esta nueva era, el lujo es silencioso, sostenible y emocional. Mar Sánchez, al frente de una empresa de representación y consultoría especializada en el sector del turismo de lujo, nos ofrece una visión sobre esta evolución y cómo se está escribiendo una nueva narrativa en el turismo de lujo.
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Turismo de lujo: sentir más que ver
«El verdadero lujo ha cambiado. El cliente busca ese lujo silencioso, ese detalle que marca la diferencia»
Mar Sánchez, fundadora de SBC International Service, explica que el lujo silencioso es el que se siente, más que el que se ve. Detalles como un servicio de mayordomo atento pero discreto, un entorno respetuoso con el medioambiente o una experiencia local auténtica son ahora lo que define a un viaje cinco estrellas.
Mar destaca que desde la pandemia, los valores del viajero han cambiado. Se ha producido una transición clara desde el lujo ostentoso al lujo emocional. Los hoteles que enamoran no son necesariamente los más llamativos, sino aquellos que tienen alma.
«Ese hotel con alma que te hace sentir especial… eso es lo que busca hoy el cliente de lujo»
Y en este nuevo escenario, la sostenibilidad es clave. «El cliente busca destinos y alojamientos sostenibles, porque somos conscientes de que hay que dejar un buen futuro a nuestros hijos», afirma. La elección de alojamientos que minimicen el uso de plásticos, utilicen productos locales o cultiven sus propios huertos es una parte esencial de esta nueva manera de viajar.
Destinos secretos y tesoros por descubrir
En el radar del turismo de lujo aparecen ahora joyas menos conocidas pero con un potencial fascinante. Omán es uno de esos destinos emergentes, según Mar Sánchez.
«Omán es uno de los destinos más seguros que conozco. Ofrece lujo, sostenibilidad y paisajes impresionantes»

A diferencia de sus vecinos más desarrollados, Omán aún conserva ese aire de exclusividad, con desiertos intactos, playas vírgenes y una autenticidad que seduce al viajero más experimentado.
Pero si hay un destino que Mar recomienda con los ojos cerrados, ese es Isla Mauricio.
«Isla Mauricio no es sólo sol y playa. Es cultura, naturaleza, aventura y uno de los mejores servicios que he visto en el mundo»
Desde nadar con delfines hasta descubrir la Tierra de los Siete Colores, jugar al golf en campos de élite o perderse en jardines botánicos de ensueño, este pequeño paraíso ofrece un abanico infinito de experiencias. Todo, con una hospitalidad excepcional: «Se le llama la sonrisa del Índico y tiene motivos para ello», apunta. Además, destaca que en Mauricio muchos hoteles mantienen un firme compromiso con la sostenibilidad y la protección del entorno natural que los rodea como, por ejemplo, The St. Regis Le Morne Resort, The Westin Turtle Bay Resort & Spa y Le Méridien Île Maurice.

Tecnología e inteligencia artificial en el turismo de lujo
En este contexto en evolución, la tecnología también juega un papel crucial, pero sin eclipsar lo esencial.
«La IA puede apoyar y elevar la hospitalidad, pero nunca sustituirá el toque humano que la define»
Hoy, muchos hoteles de lujo ya utilizan inteligencia artificial para anticipar preferencias, ajustar precios o brindar asistencia inmediata a través de chatbots. SBC International Services no se queda atrás: «Llevamos más de un año incorporando la IA para automatizar procesos internos y también en nuestra nueva página web», explica. Sin embargo, Mar insiste: «Siempre conservando el toque humano y personalizado que nos distingue. La empatía, la intuición y la conexión emocional son cualidades que ningún algoritmo puede replicar».
El cliente de lujo: más consciente, más experimentado
Una de las grandes diferencias que ha detectado Mar en estos años es cómo ha evolucionado el propio cliente de lujo.
«Antes se buscaba lo más glamuroso. Ahora se busca algo con propósito, que conecte con los valores del viajero»
Y entre quienes ya han viajado por el mundo, la exigencia ha dado paso a una sofisticación más relajada. «El viajero con experiencia ya conoce la filosofía de ciertos hoteles. Va buscando esa calidad silenciosa, sin necesidad de que se lo expliquen todo».

Personalización total: experiencias que hablan al alma
El lujo, al final, es saber que ese viaje ha sido pensado solo para ti. Mar recuerda peticiones muy especiales en SBC, como una pedida de mano organizada en un jardín botánico privado o una cena romántica en medio del desierto con músicos locales. Esas experiencias únicas y personalizadas son el nuevo oro del turismo de élite.
Porque el verdadero lujo en 2025 no está en lo que se muestra, sino en lo que se siente. En palabras de Mar Sánchez:
«El lujo hoy es esa experiencia que te cambia por dentro, que no necesitas contar en redes porque ya sabes que fue única»
Y quizás, ahí reside la belleza de este nuevo turismo de lujo: en su capacidad de transformar, emocionar y conectar. Sin ruido, pero con alma.