Dónde comer (muy bien) en Lisboa: una ruta por sus restaurantes más irresistibles
Lisboa es una ciudad que se saborea. Desde el primer café servido en taza pequeña hasta el último bocado de bacalao con nata, todo en la capital portuguesa tiene aroma a historia, a Atlántico y a esa mezcla de melancolía y vitalidad que sólo ella sabe conjugar. En los últimos años, además, Lisboa se ha convertido en un destino gastronómico de culto: chefs jóvenes, tabernxas reinventadas, restaurantes tradicionales, mercados gourmet, estrellas Michelin y coctelerías que reescriben el mapa del sabor. Aquí va una ruta foodie, con diez paradas imprescindibles, para disfrutar la ciudad plato a plato.
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Restaurantes en Lisboa
Belcanto
El nombre de José Avillez es sinónimo de alta cocina portuguesa, y Belcanto (dos estrellas Michelin) es su obra maestra. Situado en el Chiado, este restaurante es puro teatro culinario: técnicas contemporáneas al servicio de la tradición. Avillez revisita los sabores más lisboetas, del bacalao dorado a los carabineros del Algarve, con una estética poética y un menú degustación que es casi una narración sensorial. El servicio es impecable, la bodega monumental, y cada plato, una pequeña historia de Portugal contada desde el siglo XXI.
Cervejaria Ramiro
De las mesas más sofisticadas pasamos a uno de los lugares más auténticos y populares de Lisboa. Cervejaria Ramiro es un templo del marisco donde el lujo está en la materia prima. Aquí no hay manteles blancos ni silencios reverenciales: hay ruido, camareros veloces, gambas jugosas, percebes y almejas que saben a océano. El cierre perfecto, según la costumbre local, es un prego, un bocadillo de filete con ajo, que se come al final, después del marisco, con las manos y una cerveza helada. Uno de los restaurantes imperdibles de Lisboa.
Time Out Market Lisboa
En el Mercado da Ribeira se encuentra el Time Out Market, el epicentro del nuevo espíritu gastronómico lisboeta. Bajo un mismo techo conviven algunos de los mejores chefs de la ciudad, como Henrique Sá Pessoa o Marlene Vieira, junto a puestos de croquetas, pastéis de nata y vinos naturales. Es un lugar para picar de todo un poco, descubrir nuevos talentos culinarios o comer al ritmo del bullicio del mercado. Ideal para una primera inmersión en la Lisboa más contemporánea.
Alma
Con dos estrellas Michelin, Alma es el restaurante con el que Henrique Sá Pessoa ha elevado la cocina portuguesa a una nueva dimensión. El chef combina tradición y sofisticación con precisión de orfebre: sabores reconocibles, pero tratados con elegancia contemporánea. El servicio es impecable, el ritmo pausado y el conjunto, una experiencia que justifica el viaje.
Solar dos Presuntos
Si hay un restaurante que condensa el alma lisboeta, ese es Solar dos Presuntos. Fundado en 1974, sigue siendo el gran clásico de políticos, actores y familias de toda la vida. La cocina gira en torno al marisco, el bacalao y los guisos del norte, todo servido en raciones generosas y con una hospitalidad casi familiar. No hay viaje a Lisboa completo sin una comida aquí.
Taberna da Rua das Flores
Pequeña, siempre llena y absolutamente encantadora. Taberna da Rua das Flores, en pleno Chiado, es un homenaje al recetario tradicional reinterpretado con creatividad. El menú cambia a diario, según lo que haya en el mercado, y los platos, como el arroz con choco o el conejo al vino tinto, se presentan en vajilla antigua, con una estética casi nostálgica.
A Cevicheria
El chef Kiko Martins trajo el sabor del Perú a Lisboa con A Cevicheria, un local tan fotogénico como sabroso, presidido por un enorme pulpo blanco colgando del techo. Aquí el ceviche se convierte en arte: de corvina con leche de tigre clásica, de atún con maracuyá, o con influencias asiáticas. El ambiente es joven, desenfadado y siempre animado, con una barra en la que se mezclan turistas, locales y foodies de medio mundo.
Bairro do Avillez
De nuevo José Avillez, pero en clave más informal. Bairro do Avillez es un espacio gastronómico múltiple en el corazón del Chiado, que reúne taberna, marisquería, bodega y hasta una pizzaria lisboeta. Es el lugar perfecto para probar el universo del chef sin la solemnidad de Belcanto. No te pierdas las gambas al ajillo ni la Azeitona explosiva, una de sus creaciones más célebres.
Prado
Moderno, minimalista y profundamente portugués. Prado, del chef António Galapito, es uno de los restaurantes más influyentes de la nueva ola lisboeta. Su filosofía es from the farm to the table: productos locales, temporada pura y una cocina que resalta lo natural sin artificios. El menú degustación marida a la perfección con su carta de vinos naturales, en un espacio de luz nórdica y paredes de piedra.
Cura
Dentro del elegante Four Seasons Hotel Ritz, Cura es uno de los templos gastronómicos más sofisticados de Lisboa. Con una estrella Michelin, el chef Pedro Pena Bastos crea platos que parecen paisajes: delicados, precisos y profundamente ligados al territorio portugués. Su menú degustación Origens es un viaje por los productos de estación, desde el pescado de la costa atlántica hasta las verduras de pequeños productores locales, tratados con una sensibilidad casi artística.