Es fácil adivinar con el titular del lugar del que estamos hablando. Porque posiblemente Landa sea uno de los lugares más icónicos, y bellos, de la carretera de Burgos. Lo que comenzó como un humilde restaurante se ha convertido en uno de esos sofisticados refugios a los que escapar de la ciudad. No solo queremos disfrutar de su magnífica gastronomía o ver cómo pasa el tiempo en uno de sus sillones. En Landa es imprescindible disfrutar de un baño en su piscina interior, una de las más bellas de nuestro país.
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Para quien no conozca Landa debe saber que fue un restaurante que en su momento enamoró a la actriz Audrey Hepburn. Ya por eso no podemos dejar en este lugar como un sitio sofisticado, aunque mucho ha cambiado desde que Jesús Landa abriera sus puertas en 1959. Y sí, aunque mucha gente para y disfruta de sus fantásticos huevos con morcilla cuando se encuentra del camino al norte, hay quien decide relajarse el fin de semana y dormir en cualquiera de sus 37 habitaciones. Todas cuidadas y exquisitas, y todas diferentes entre sí.
Todas las camas incluyen dosel, se tiñen en colores como rosa y el azul, y el mármol destaca en sus baños. Y en esas camas donde quieres dormir mil horas, te abrazan sábanas de hilo. Sus rincones tienen un toque rústico que nos recuerda que estamos en el campo, pero los detalles sofisticados nos recuerdan que no estamos en un lugar cualquiera. Porque Landa no es un lugar cualquiera.
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Imagínate una comida junto al fuego, cuando empieza a hacer frío. Una cena a la luz de las velas, un baño después de comer en esa maravillosa piscina, una de las más bonitas de la zona y del país. Una piscina con una escalera de inspiración gótica y unos grandes ventanales de este mismo estilo que nos recuerdan, casi, que estamos en un lugar místico.
Lo mejor es que casi todas sus habitaciones se encuentran en la torre, del siglo XVI. «Combinan el estilo clásico de Pascua Ortega de diferentes épocas», comentan. Y lo que te decíamos, que todas son diversas, tienen su propia personalidad. Aunque confiesan que las individuales «son las más divertidas». Landa es uno de esos sitios en los que apetece pasar un fin de semana. Será por la magia de este lugar. Será porque nos apetece pensar que donde estamos sentadas ha estado antes la protagonista de ‘Desayuno con diamantes’. Aunque aquí los desayunos incluyen huevos fritos con morcilla. Es lo que tiene despertar en Burgos.