Los que en los años 80 era una pequeña bodega familiar local, se ha convertido -hoy en día- en la bodega de albariño más grande del mundo, Lagar de Cervera. Situada en O Rosal, Pontevedra, con 93 hectáreas en propiedad (18 en Cambados), este es el mayor viñedo de la DO Rías Baixas, sin duda.
«El 100% de la uva albariño elaborada es de producción propia», cuenta orgulloso Ángel Suárez, el enólogo de la finca, desde hace más 30 años. «También hay minas de oro porque hubo asentamientos romanos», revela. «O Rosal es una de las 5 subzonas de la DO Rías Baixas, la ubicada más al sur».
Más que un enólogo es un ‘ángel de la guarda’ del lugar. Conoce todos y cada uno de los rincones del viñedo a la perfección y gracias a él, la bodega pudo ir poco a poco creciendo. “Lo más difícil fue ir localizando y comprando las tierras de los vecinos del alrededor y llegar hasta aquí”, revela a COOL, mientras comparte una copa de Lagar de Cervera, al aire libre mirando la desembocadura del río Miño en la frontera con Portugal.
Un paisaje único en un valle con microclima también único, salpicado de viñas de albariño de O Rosal.
Pioneros en 1988
La prestigiosa y centenaria casa bodeguera Rioja Alta SA, en el año 1988, pone sus ojos en Galicia y adquiere Lagar de Cervera cuando tan solo era una pequeña empresa familiar, conocida como la bodega Fernández Cervera Hermanos SL; y se convierte así, en pionera en España en desembarcar en las Rías Baixas en busca del mejor vino blanco. Hoy con sus casi cien hectáreas, el viñedo ubicado a 40 metros de altura sobre el mar tiene uva albariño en su mayoría, aunque también se cultivan variedades locales como Loureiro, Treixadura y Caíño Blanco.
Elaboran, con enorme éxito, dos referencias: Lagar de Cervera, con uva 100% albariño, y Pazo de Seoane, 54% albariño y el resto variedades locales como 35% de Loureiro, 6 % de Treixadura y 5% de Caíño Blanco.
“La vendimia aquí es siempre manual”, aclara Ángel, orgulloso de mantener las tradiciones de su infancia en su tierra y “se hace en cajas de 20 kilos con la uva refrigerada”. Como peculiaridad, esta bodega es la primera en seleccionar ópticamente sus uvas, con una máquina imponente situada en la entrada del edificio donde se elabora el vino, ubicado en el centro del pueblo. “Así controlamos mejor la calidad”, comenta Ángel, el enólogo mientras recorre las cuidadas instalaciones.
Lagar de Cervera es una bodega que se puede visitar, con cita previa. Un interesante plan de ocio, a gusto del cliente, que consiste en un recorrido por el extenso viñedo, con visita guiada por las instalaciones de la bodega y un almuerzo hecho con mimo por una cocinera local con productos exquisitos de la zona, (marisco y pescados frescos muy recomendables) acompañados de vinos y licores propios, dignos de reyes, elaborados en alambiques de cobre.
En un comedor privado con vistas a un pequeño río, y tras un suculento aperitivo servido bajo una parra, con pulpo y pimientos de padrón auténticos para abrir boca. El mismo cariño que ponen para elaborar sus vinos, lo dan a sus visitantes. Las Rías Baixas siempre merecen una visita y Lagar de Cervera es un destino imprescindible para descubrir la bodega de albariño más grande del mundo. O Rosal, un enclave rural mágico con microclima propio donde el tiempo pasa más despacio, y el vino alcanza la excelencia.