El mundo del embutido está muy presente en nuestra gastronomía. No solo por la magnífica variedad que tenemos -chorizo, jamón, caña de lomo…-, también por las estupendas marcas que tenemos en nuestro país, de gran tradición. Marcas que apuestan por la excelencia del producto y que tratan de ofrecer lo mejor. Son muchas las regiones que destacan por su tradición, una de ellas es Extremadura, y allí Señorío de Montanera destaca, es líder en la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura.
En esa línea de la excelencia, las marcas tratan de ser cada vez más sostenibles. En el mundo del ibérico ocurre lo mismo. Por eso Señorío de Montanera apuesta por una línea de ibéricos ecológicos, «más respetuosos con el medio ambiente», explican.
Francisco Espárrago, presidente de la compañía, lo explica así: «En Señorío de Montanera queremos apostar por la producción sostenible, que no tenga ni conservantes artificiales ni aditivos». Y está funcionando tan bien, que para el resto de productos de la marca están trabajando con recetas 100% naturales. Al final, se trata de hacer las cosas siendo más tradicionales, algo que siempre han realizado en un mundo como este, el de la agricultura, pero que se eleva un poco más, teniendo más consciencia del proceso.
Pero no solo han dejado a un lado todo lo que no es sostenible, también tratan de acercar el mundo del embutido ibérico a aquellos que quizás antes no podían acercarse. Lo explica el propio Francisco Espárrago: «Fieles a este compromiso, ya hemos eliminado en todos nuestros productos, tanto tradicionales como ecológicos, el gluten y la lactosa, consiguiendo unos embutidos ibéricos de bellota libres de toda clase de alérgenos y con todo el sabor de una materia prima excepcional».
Todo esto se consigue gracias un producto artesanal que surge de cerdos ecológicos 100%, que se crían en libertad, felices, en dehesas que están certificadas como explotaciones ecológicas. Es importante recalcar que no se utilizan pesticidas. Pero no se queda ahí, ya que estos cerdos ecológicos tienen hasta cuatro hectáreas para ellos, lo que es importante para el bienestar animal. Al final el contexto es importante, y ser sostenible y ecológico tiene un objetivo común: que todos disfruten de un entorno más saludable. Ellos y nosotros. Jamón, paleta, chorizo, salchichón, lomo doblado… Imposible quedarse solo con uno. Y más cuando son 100% ecológicos, el futuro del embutido en nuestro país.