Tras su última escapada juntas a Cantabria, Sara Carbonero e Isabel Jiménez han vuelto a hacer gala de su complicidad. Esta vez, el lugar elegido ha sido La Graciosa, una isla prácticamente virgen situada frente a la costa norte de Lanzarote, donde la naturaleza impone su ley y las prisas quedan atrás. Un escenario perfecto para desconectar del ruido y reconectar con lo esencial. Te descubrimos la villa dónde se alojaron.
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Acompañadas por sus hijos y una amiga en común, las dos periodistas han escogido como refugio el pequeño núcleo de Pedro Barba, una diminuta localidad que parece sacada de otra época. Fundado en el siglo XIX en torno a una antigua factoría de salazón de pescado, este lugar apenas cuenta hoy con dos habitantes censados y unas pocas casas, la mayoría utilizadas como residencias vacacionales. Pedro Barba es el tipo de sitio donde el silencio cobra protagonismo, el mar marca el ritmo y cada rincón invita a respirar profundamente.
La isla de La Graciosa, que forma parte del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, es un paraíso protegido. No tiene carreteras asfaltadas, apenas hay vehículos motorizados y todo en ella gira en torno a la vida marina, las playas de arena dorada y los caminos de tierra que conectan sus escasos núcleos habitados. Las periodistas alquilaron un jeep para moverse por allí.
Una villa en Pedro Barba con vistas al mar
Gracias a las imágenes que ambas han compartido en redes sociales (con vistas al océano, arquitectura blanca con detalles azules, y una localización completamente aislada con dos hamacas azules frente al mar) hemos podido identificar la villa donde se han alojado. Aunque no existen muchas viviendas disponibles en esta zona debido a las restricciones que protegen el entorno natural, una de las que más se asemeja a lo que muestran sus publicaciones es la Seaside Villa Pedro Barba.
Esta casa de 150 metros cuadrados, disponible en plataformas como Booking o Airbnb, cuenta con cuatro dormitorios, dos baños completos, cocina totalmente equipada, un acogedor salón con sofás cama y un jardín privado que conduce directamente a la playa. Decorada en tonos blancos y azules, siguiendo el estilo tradicional de Lanzarote con toques coloniales, esta villa combina lujo y sencillez a partes iguales.
Según la plataforma de reservas, tres noches para ocho personas rondan los 1.050 €. Una opción más que interesante para quienes sueñan con una escapada diferente en un lugar verdaderamente especial. Eso sí, si piensas ir en verano, la estancia mínima son siete días y sale por 3.200 € aproximadamente.
Esta no es la primera vez que Carbonero y Jiménez viajan juntas, ni tampoco su primer encuentro con La Graciosa, una isla que ambas han mencionado en más de una ocasión como uno de sus destinos favoritos. Y es que pocas cosas definen mejor su vínculo que estos viajes compartidos, lejos del foco mediático, en lugares que invitan al sosiego y a la conversación sin prisas.
