Quien dijo eso de que el dinero no trae la felicidad seguro que fue quien vivió un drama cuando un premio Gordo de la lotería cayó a su alrededor. Hablamos de que el Gordo de la Navidad trae consigo casi medio millón de euros y eso puede traer una fortuna envenenada si eres de quienes compran el boleto de lotería compartido sin asegurarse el reparto. En el peor de los casos puede traer la ruina psicológica al caer en abogados, disputas y rupturas familiares y con amigos. Que te toque la lotería siempre ha estado asociado a algo bueno y, si te amparas legalmente, así podrá seguir siendo.
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Pongámonos en situación: Cuatro amigos compran un décimo a medias. Uno lo guarda, toca el premio… y no hay ni papel, ni foto, ni mensaje que demuestre el reparto. ¿Cómo puede terminar esto? En el peor de los casos es el precedente de una serie de denuncias, versiones contradictorias y años de pleitos por algo que se podía haber evitado con una simple prueba.
Vale que este tipo de situaciones extremas no sean la regla general, pero sí una situación que ocurre más de lo que nos gustaría. Se supone que el ser premiados con la lotería tendría que traer prosperidad y alegría, pero de la misma forma que asciende la cuenta bancaria de los beneficiarios, aumentan los dramas a su alrededor.
Una cosa hay que tener clara: la lotería no es culpable de las rupturas de amistades o familia, pero sí que lo es un mal reparto. Y, por suerte, esto es algo que tiene solución. Para conocerla, hemos consultado a Carmen Pérez-Pozo Toledano, abogada y CEO de Grupo Pérez-Pozo, experta en Gestión Patrimonial al respecto.
«La lotería no es culpable de las rupturas familiares o de amistades; lo es un mal reparto»
«El décimo de Lotería es un documento al portador y, si no se deja constancia de que está compartido, la ley presume que pertenece a quien lo tiene físicamente»
Pregunta: ¿Por qué tener una seguridad legal al compartir una Lotería puede ayudarnos a evitar conflictos?
Respuesta: Porque el décimo de Lotería es un documento al portador y, si no se deja constancia de que está compartido, la ley presume que pertenece a quien lo tiene físicamente. Mientras el premio es pequeño, no suele haber problemas; cuando es importante, aparecen los conflictos.
P: ¿Cómo puede un aval legal ayudarnos a prevenir estas situaciones?
R: La seguridad legal permite acreditar quién participa y en qué porcentaje, evitar disputas entre familiares, amigos o compañeros de trabajo, proteger relaciones personales y evitar problemas fiscales, como que Hacienda considere los repartos posteriores como donaciones.
Documentar un décimo compartido no es una muestra de desconfianza, sino de buena gestión y sentido común. Anticiparse es siempre más fácil y menos costoso que tener que resolver un conflicto después.
«Documentar un décimo compartido no es una muestra de desconfianza, sino de buena gestión y sentido común»
P: ¿Qué pasos debemos realizar al comprar el boleto para tener seguridad legal?
R: Lo ideal es actuar antes del sorteo. Los pasos básicos son dejar constancia por escrito de que el décimo es compartido, indicando quiénes participan y qué porcentaje corresponde a cada uno. Ese acuerdo puede formalizarse mediante un contrato privado, un mensaje claro, una fotografía del décimo con los datos de los participantes o cualquier prueba que acredite la voluntad de compartirlo.
También es importante poder demostrar el pago de cada participación y conservar copias del décimo y de la documentación. Cuantas más pruebas existan, más fácil será defender los derechos de cada participante en caso de conflicto.
P: ¿Cuáles son los conflictos legales más frecuentes y cuál sería la consecuencia más grave de no tener un buen asesoramiento?
R: Los conflictos más habituales surgen por disputas sobre la titularidad del décimo compartido, desacuerdos en repartos pactados de palabra, problemas fiscales derivados de donaciones encubiertas y tensiones familiares o de pareja por el uso del dinero.
La consecuencia más grave de no contar con un buen asesoramiento es perder total o parcialmente el premio, ya sea por no poder acreditar la participación, por sanciones fiscales relevantes o por verse envuelto en litigios largos, costosos y emocionalmente muy duros. En la mayoría de los casos, el problema no es el premio, sino la falta de previsión y de estructura legal desde el principio.
«Un buen planteamiento en el momento del cobro evita conflictos posteriores y garantiza tranquilidad jurídica y fiscal»
P: ¿Cuál sería la forma correcta de proceder al cobro de la Lotería en caso de tener un boleto compartido?
La forma correcta es cobrar el premio de manera transparente y proporcional. En premios superiores a 2.000 euros, el cobro debe realizarse en una entidad bancaria autorizada. En el caso de décimos compartidos, cada participante debe poder acreditar su porcentaje.
Lo más recomendable es que cada persona cobre directamente su parte o que, si cobra uno sólo, exista documentación clara que justifique el reparto, evitando que Hacienda lo considere una donación. Además, el décimo debe estar firmado, conservarse copias y justificantes del cobro y, en premios importantes, contar con asesoramiento legal y fiscal antes de realizar cualquier movimiento.
Un buen planteamiento en el momento del cobro evita conflictos posteriores y garantiza tranquilidad jurídica y fiscal.
