Este hotel es un sueño hecho realidad. ¿Quién no querría poder dormir dentro de Versalles como si fuésemos Luis XVI o Maria Antonieta? El hotel Le Grand Contrôle abría sus puertas para convertirse en la nueva joya de la Corona de Francia.
Con solo 14 habitaciones distribuidos en tres edificios vecinos al magnánimo Palacio de Versalles, el lujo más ostentoso, la historia y una decoración de infarto harán de la experiencia una noche inolvidable.
Son Le Grand Contrôle, Le Petit Contrôle y el Pavillon des première cent marches los tres espacios del que desde hoy es el cuarto hotel de la prestigiosa firma Airelles. Con vistas a la Orangerie, la Pièce d’Eau des Suisses y el castillo, Le Grand Contrôle permite adentrarse en tres joyas datadas de 1681 decoradas con excepcional meticulosidad por Christophe Tollemer.
El viaje al pasado en un espacio catalogado como Monumento Histórico se percibe en cada rincón. Impresionantes pavimentos, chimeneas de época en mármol, impresionantes esculturas… todo deja claro que aquí nada va a ser sencillo. Honrando el patrimonio y la importancia histórica del espacio, el hotel invita a perderse entre cómo lucía el espacio en 1788, año que eligieron para la restauración.
Partiendo de un inventario real y usando los interiores de Le Petit Trianon, el palacio favorito de María Antonieta, como fuente de inspiración, se han seleccionado los muebles a mano de tiendas, casas de subastas y artesanos especializados. ¿El resultado? El hotel está amueblado con alrededor del 90% de muebles originales del siglo XVIII.
De este meticuloso trabajo se derivan unas habitaciones decoradas individualmente en un elegante estilo del siglo XVIII con colores y tejidos auténticos, muebles de época, lámparas de araña y obras de arte. Especial mención requiere la selección de candelabros y los tapices que terminan de decorar cada habitación.
Como curiosidad, todas las habitaciones y suites llevan el nombre de personalidades que tuvieron una estrecha relación con la propiedad, como Jacques Necker (1732 a 1804, director general de finanzas de Luis XVI), Madame de Fouquet (una célebre dama de la alta sociedad que se casó con el Marqués de Fouquet, héroe de la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, 1775-1783) o Madame de Staël (famosa novelista, ensayista y filósofa, y amiga íntima de María Antonieta).
Experiencias privilegiadas
Con solo 14 estancias, incluida una exclusiva suite de 120 m², la experiencia se completa con la gastronomía de Alain Ducasse, spa y experiencias únicas como visitas privadas al Trianón y al Hamlet de la Reina antes de su apertura al público y al castillo tras su cierre general. Sí, será posible disfrutar de los Apartamentos de Estado del Rey y la Reina, el Salón de los Espejos, la Ópera Real y la Capilla Real, así como zonas de residencia de los soberanos que no se habían visto antes, en absoluta soledad.
Y los amantes de la horticultura podrán ponerse en la piel del antiguo jardinero jefe de Luis XIV en una visita privada a los magnánimos jardines con visita al huerto de la Reina y clase de cocina incluida.
Aunque si se prefiere evitar cocinar, ubicado en la planta baja del hotel espera la alta cocina de Ducasse en un restaurante decorado en un estilo del siglo XVIII reinventado con vistas al parterre donde se degustará un menú degustación inspirado en la extravagante corte de Luis XIV y completamente ambientado –hasta el equipo irá vestido de época.
Por supuesto, el spa. Con un fresco pintado a mano y un suelo de mármol de Carrara en forma de tablero de ajedrez, esta oda al placer está directamente inspirado en el patio de mármol del Palacio. Los huéspedes podrán relajarse de forma realmente regia con una piscina cubierta de 15 metros, un hamman, una sauna y un programa de tratamientos de spa de los expertos suizos que pondrán la guinda final a una experiencia al alcance de unos pocos afortunados.