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Dani García: «La paletilla de cordero se asa mejor y queda más jugosa, la pierna tiende a secarse»

(Foto: COOLthelifestyle)

Cuando hablamos de Navidad, no sólo consiste en luces, chocolate y mercadillos. Es un momento en el que buscamos recetas, puesto que queremos deslumbrar en las reuniones familiares festivas y en ellas se plantea un reto de lo más serio: conquistar los paladares de los invitados. Recurrimos a libros de cocina o, directamente, recetas de grandes chefs para replicar, siempre y cuando nuestras habilidades lo permitan. Hay una, en concreto, que pertenece a esa parte clásica del recetario navideño y, desde COOL, os enseñamos a cocinarla como lo hace el mismísimo Dani García. 

(Foto: Dani García)

La paletilla de cordero es todo un clásico y nunca falta en las mesas de muchas familias, por las fiestas. Si esto lo unimos a uno de los nombres más influyentes del panorama culinario español, el resultado no falla. Este ha compartido una de sus recetas más personales, la cual ha llevado a cabo fiel a su filosofía: pocos ingredientes, buen producto y respeto absoluto por el sabor original. Una receta que nos enseña que no hace falta complicarse en exceso en la cocina estas Navidades.

¿Por qué paletilla de cordero?

Es verdad que hay mucha gente que escoge partes, como la pierna, pero el experto dice que la paletilla gana por goleada frente a otras. Pertenece a la parte delantera del animal, es más pequeña, por lo que entra mejor en la bandeja del horno y se queda mucho más jugosa. Además, se cocina antes, mantiene la humedad y permite un dorado uniforme sin grandes complicaciones. Eso sí, hay una cosa que Dani García puntualiza y, de normal, todos los cocineros de referencia lo hacen, y es la calidad. Por mucho que estemos cocinando una receta digna de estrella Michelin, si el producto no es de calidad óptima, no se va a obtener el resultado deseado. «La paletilla de cordero se asa mejor y queda más jugosa, la pierna tiende a secarse». Además, puntualiza que hay que apostar por un cordero lechal de origen nacional, como el de Burgos, o por un buen chivo malagueño, que marca la diferencia entre una receta correcta y un plato memorable.

Ingredientes

  • Paletilla de cordero
  • Hierbas aromáticas al gusto.
  • Ajo
  • Patatas
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Agua

Así hace Dani García la receta de paletilla de cordero

El primer paso es precalentar el horno a 220 grados. Quizás suene raro, pero sí. Desde el principio debemos ir con una temperatura alta, porque eso va a ayudar a sellar la pieza y, además, creará ese efecto crujiente en la piel. 

(Foto: Adobe Stock)

Mientras tanto (esto es algo importante), posamos la paletilla de cordero en una bandeja de barro. Sí, se puede hacer en la de cristal, pero en esta, la porosidad y distribución uniforme del calor conservan la humedad y jugosidad del alimento y, a su vez, realza su sabor natural y se logran cocciones lentas y homogéneas. En esta, ponemos agua, ajo machacado y hierbas aromáticas, a gusto del consumidor y depende del matiz de sabor final que queramos conseguir. Al comienzo, la parte inferior la ponemos hacia arriba y añadimos sal.

(Foto: Adobe Stock)

Una vez en el horno, temporizamos el cronómetro en 25 minutos, con esos 220 grados, dándole la vuelta a mitad de cocción para que se dore por igual. Como bien ha dicho el propio Dani García en varias ocasiones, «cada horno es un mundo», así que debemos ir vigilando, ajustando el tiempo e incluso dejándolo más minutos si hace falta.

(Foto: Adobe Stock)

Para el toque final, como acompañamiento, hay dos opciones. Por un lado, a mitad de la cocción, se pueden añadir unas patatas cortadas en láminas, para así hacerlo con patatas a lo pobre o, si quieres que sea algo más healthy, una ensalada simple de lechuga, tomate y cebolla. 

(Foto: Dani García)

Llegando a este punto, surge la pregunta de: «¿Ya está?» Y la respuesta es una contundente afirmación. El porqué es muy simple. Muchas veces, en la cocina no debemos complicarnos con recetas excéntricas o propuestas que se alejan de nuestras habilidades. En este caso, todo se centra en el producto y en hacer bien lo clásico.