Seguro que te suena de haberlo visto en algún lado, porque es el resort eco-luxury más famoso de México. Un lugar de ensueño donde se respira color y tranquilidad, una mezcla explosiva pero sofisticada. Una hacienda orgánica con su propia finca para conectar con la misma naturaleza… Y contigo. Se llama Cuixmala.
Ubicado en la reserva de la biosfera Chamela-Cuixmala, de ahí su nombre, es un gran oasis en mitad de la selva mexicana. Una finca de más de 12.000 hectáreas que tiene el sello de Sir James Goldsmith. Un hotel en la orilla mexicana bañada por el Pacífico, lejos de las zonas más turísticas y más conocidas. Cuixmala es un hotel nunca visto antes, un exótico refugio no tan conocido. Hasta ahora.
En su momento durmieron Ronald Reagan o Margaret Thatcher. Ahora que es un hotel de lujo -antes pertenecía al magnate franco-británico-, podemos dormir nosotros en él. Y perdernos por el colorido de todos los rincones de Cuixmala, que dan la sensación de estar en un sueño. Cuixmala, además de color, está rodeado de animales: cebras, cocodrilos, tortugas… Y todo tipo de aves. Ellos son los huéspedes perennes del hotel.
Como suele pasar con estos hoteles, además Casa Cuixmala -la casa principal-, la finca cuenta con varios rincones en los que poder dormir: sus villas, sus casitas, La Loma y La Playa. Casa La Loma es uno de los lugares más lujosos. Cuenta con todo tipo de servicios, entre los que se incluyen jardineros, personal de seguridad, chefs, mayordomos… La Playa, como su nombre indica, tiene su propia playa privada. Cuixmala cuenta con tres playas vírgenes a su alrededor: Playa Escondida, Playa Cuixmala y Playa Caleta Blanca. Cuenta con alojamientos para los invitados.
Las Villas son otros de los alojamientos que están disponibles para nosotros. Cuentan con su propia sala de estar, servicio privado, vistas a la playa de Cuixmala, habitación para ver películas, biblioteca… Hay que ir a Cuixmala para comprobar el resto de servicios y de rincones en este paraíso en Jalisco.
La gastronomía también tiene peso en Cuixmala. «Todo lo que se prepara aquí es en beneficio del medio ambiente que hay en kilómetros a nuestro alrededor», explican.
Destacan los productos de temporada, los productos que proceden de la granja… Todo sostenible. Todo es pescado y cultivado de manera orgánica. También hay productos que proceden de su propiedad hermana Hacienda de Santo Antonio, el rancho que tienen en la montaña. Todo esto se puede disfrutar en el restaurante La Loma y en la zona de grill de su playa Caleta Blanca. En las villas privadas la cena y la comida se sirve directamente allí por los chefs privados. También tenemos Casa Gómez, su restaurante más informal.
Aquí no faltan los aguachiles, los ceviches, pollo y pulpo picante, tacos de pescado, tacos de gambas. En La Loma podemos disfrutar de un delicioso gazpacho de menta, sinfonía de tomates, tostada de pulpo y champiñones, ensalada verde, sopa de verduras orgánicas, pollo asado a la florentina, quinoa con espinacas y hierbas aromáticas… Todos platos saludables y deliciosos, con toques de la cocina mexicana.
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En este hotel, además de disfrutar de la naturaleza de alrededor y de sus piscinas, y del mar… hay una zona de wellness. Su programa incluye meditación, yoga y masajes. Porque en aquí no solo se conecta con la naturaleza, también conectamos con nosotros mismos.