Hay lugares que solo con decir su nombre ya podemos intuir lo que hay detrás. Es el caso de la Clínica Buchinger -Willhelmi Buchinger Marbella-, que sin haber leído sobre ella, si hemos mencionado su nombre al ojearla en las revistas de papel cuché. Esta clínica, con ubicación en Marbella en nuestro país, ha visto pasar por sus puertas a lo más granado del mundo de las socialités. Hay nombres propios del mundo de la prensa rosa que no perdonan una semana de verano en sus instalaciones. No nos extraña. Disfrutar de una estancia en la Clínica Buchinger te hace volver a la rutina como nuevo. Por eso han podido cumplir 50 años.
«Hace más de 100 años, nuestro bisabuelo, el Dr. Otto Buchinger, fundador y creador del ayuno terapéutico Buchinger, ya tenía en cuenta el cuerpo y el alma. Para él, ya entonces estaba claro que un alma satisfecha es el requisito previo para un cuerpo sano. La naturaleza era su spa. La literatura, la música y el arte eran su alimento para la mente y el alma», explica la cuarta generación de esta clínica, que ha continuado con su éxito. Estamos hablando de Leonard Wilhelmi, Victor Wilhelmi y Katharina Rohrer-Zaiser.
100 años lleva esta filosofía de vida en boga, pero en Marbella, acaba de soplar 50 velas. Y seguirá cumpliendo años, porque su concepto sigue triunfando. ¿En qué consiste? «Partimos de un concepto integral que considera al cuerpo, la mente y al espíritu como una unidad», nos explican. «El ayuno terapéutico y la asistencia médica personalizada constituyen el pilar central. Una alimentación consciente, el ejercicio físico y la inspiración espiritual completan el programa y contribuyen a la regeneración del cuerpo y el espíritu tanto como los tratamientos físicos y el ejercicio en la naturaleza». El ayuno lo pusieron de moda ellos.
¿Y en qué consiste ese ayuno? En beber agua mineral sin límites, además de caldos vegetales, zumos de frutas naturales, infusiones… Los caldos y los zumos, con los mejores productos y todo recién hecho, por supuesto. Pero no empezamos directamente con el ayuno, hay una transición. Empezamos con una dieta vegetariana ligera, dejamos otro día más de preparación, y ya comenzamos con el ayuno, que llevan 100 años estudiando e investigando. «Una vez finalizado el ayuno, la dieta se normaliza paulatinamente con menús sabrosos. Esta fase es un requisito importante para que el efecto de la cura perdure después la estancia en la clínica», nos explican.
Pero 50 años después, no todo es ayunar. Quien desee cuidarse y lograr este equilibrio, Buchinger Willhelmi Marbella -su nombre formal-, pero no quiere o no puede ayunar, para ellos tienen preparada una dieta integral ovo-lacto-vegetariana. Si hay algo que no nos gusta, o tenemos preferencias, ellos también se adaptan. Lo ponen fácil. La idea es ser consciente de lo importante que es una alimentación sana.
Pero además de su famoso ayuno, hay más actividades que han convertido a esta clínica en un lugar icónico para cuidar cuerpo y mente: golf, meditación, taichi, tenis, bicicleta, tratamientos, paseos… También hay conferencias, charlas, conciertos, actividades relacionadas con el arte… Cultivamos el cuerpo pero también el alma. ¿Conclusión de la visita a Buchinger Willhelmi? Saldremos mucho mejor de cómo hemos entrado. Solo hay que echar un vistazo a las portadas de la prensa del corazón.
