«Al que come y canta…». No siempre un sentido le falta. De hecho, cuando cambiamos el enfoque descubrimos que el auténtico disfrute está en la frase «el que come y escucha cantar», abrimos las puertas a una de las experiencias del momento: los Dinner Shows. En la cena, el espectáculo está servido (en todos los sentidos). Sobre la mesa, con elaboraciones de alta gastronomía y, frente a ella, un repertorio de espectáculos.
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La moda de los Dinner Shows (restaurantes con cena y espectáculo) no es algo efímero. Durante los últimos años, la capital se ha llenado de restaurantes y espacios en los que el momento de la cena se configura como una experiencia. No sólo gastronómica, sino artística y musical. De entre toda la oferta, hemos seleccionado un listado con nuestros imprescindibles. Sólo queda añadir una cosa más: luces, cámaras y a disfrutar.
Las NOMAD Sessions
- Calle del Prado, 18.
De viernes a domingo, el restaurante de NOMAD Food&Bar del hotel Vincci Soho cede su espacio a un conglomerado artístico. Ubicado en el Barrio de las Letras, ofrece una variedad de espectáculos que abarcan desde shows de magia de Íñigo Debod, hasta sesiones musicales. Su elenco cuenta con los mejores artistas locales y nacionales, para ofrecer espectáculos musicales que abarcan diferentes géneros musicales (desde el jazz mediterráneo hasta el soul, pop y rock) para adaptar la oferta musical a los gustos de todo el público.
Los restaurantes con cena y espectáculo pueden verse en los diferentes espacios disponibles, que incluyen el restaurante, la terraza acristalada y el reservado. La gastronomía de NOMAD Food&Bar tiene un concepto culinario de cocina mediterránea fusión, donde la variedad y el producto configuran elaboraciones que abarcan desde su Steak Tartar, hasta el ceviche de lubina o su deliciosa smash burger.
Flamenco de Leones
- Pza. de la Independencia, 4.
Dentro de un Dinner Show todos los detalles cuentan: atmósfera, gastronomía y espectáculo. Flamenco de Leones acerca a la Plaza de la Independencia uno de esos espacios en los que todo está pensado hasta el último detalle para trasladar a los comensales a la autenticidad, al origen y a la esencia de los cafés cantantes del siglo XIX. La impresionante atmósfera diseñada por el estudio de interiorismo Jouin Manku acoge un tablao de flamenco de nueva generación, bajo la dirección artística de Jonatan Miró y con un auténtico elenco de artistas nacionales.
La oferta gastronómica está configurada acorde a los espectáculos, ofreciendo degustaciones donde la cocina andaluza posee un protagonismo especial. Entre ellas encontramos tapas y tres menús, maridados con una exquisita selección de vinos que componen su bodega. La experiencia puede disfrutarse de martes a sábado en dos turnos.
Mamaquilla
- Calle de José Abascal, 61.
Un Dinner Show clandestino te predispone a sorprender ante toda la oferta que ofrece. Así es el concepto tras Mamaquilla. Todo comienza en una vermutería que esconde un secreto, un speakeasy que todos los sábados ofrece espectáculos de música en directo que acompañan las elaboraciones de su cocina. Un concepto viajero donde sus platos recorren sabores latinos con una carta de maridaje con más de 200 referencias.
Los comensales pueden disfrutar entre sus espectáculos de bailes latinos (salsa, bachata, rumba, tango, merengue…), guiños al teatro de improvisación, sketches de humor y más participación del público.
Jimmy’s
- Calle de María de Molina, 39.
El espacio Jimmy’s configura el mix & match perfecto cuando buscamos alargar la noche. Ubicado en la parte superior de la discoteca Gabana, tiene el conglomerado perfecto al unir restaurante, bar, coctelería, restaurante, terraza y entretenimiento. Todas las noches tiene espectáculo en directo donde puedes disfrutar del talento de artistas internacionales.
La propuesta gastronómica del local, ejecutada por el chef Eduardo Main, tiene una cocina internacional con elaboraciones que invitan a un viaje a través del producto de máxima calidad.
Tatel
- P.º de la Castellana, 36.
Envuelto en la esencia art decó de los años 20, el restaurante Tatel es otro de esos espacios donde los Dinner Shows pasan a configurarse como una auténtica experiencia de lujo. El espacio recupera la esencia de las barras clandestinas americanas donde podemos encontrar una carta de coctelería de autor con la que degustar su oferta de alta gastronomía basada en recetas tradicionales de vanguardia.
Tatel cuenta con espectáculos en vivo todas las noches, pero que actúan como hilo musical del espacio, sin robar el protagonismo de las elaboraciones y de la cocina del restaurante. En definitiva, Tatel es uno de esos restaurantes perfectos para aquellos que quieren priorizar la gastronomía, sin renunciar a la calidad de la música en vivo.
Rhudo
- Calle de Velázquez, 64.
Se trata de una de los restaurantes con cena y espectáculo más jóvenes de la capital, pero que ha conseguido abrirse hueco hasta ubicarse como uno de los grandes player de la gastronomía actual. Este año, inaugura su Temporada 1, reconfigurando su oferta nocturna. Inspirada en los espectáculos de ciudades como Las Vegas o Dubái, cada día de la semana está preparado para albergar actuaciones de distinta índole.
La intensidad de sus espectáculos va in crescendo a lo largo de la semana, con veladas más relajadas de lunes a jueves y poniendo el toque desenfrenado los fines de semana. Los lunes y martes con Unplagged, comienza la semana con actuaciones acústicas; los miércoles , Genuino abre las puertas al talento nacional con el flamenco fusión. Los jueves Studio 54 comienza a aumentar el ritmo del fin de semana, para dar paso, los viernes, a su fiesta Crisis y los sábados a la fiesta Manifesto.
Pabblo
- Pl. Pablo Ruiz Picasso, 1.
Pabblo es uno de esos Dinner Shows con personalidad, con nombre propio. Así lo refleja el carácter de su cocina y de sus espectáculos. Su carta se compone por clásicos que rinden homenaje a la tradición culinaria, con especial protagonismo de los diferentes matices que aporta la parrilla de carbón y horno.
Se trata de la última apertura del grupo Carbón en la capital y todas las noches sus comensales pueden disfrutar de una banda compuesta por un batería, dos vientos y teclado, acompañado de una vocalista. Todo diseñado para que las patas que configuran la experiencia se complementen entre sí, de modo que el espectáculo no abruma, sino que acompaña con clásicos del soul.
