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Cádiz, el viaje perfecto para el puente de San Isidro: entre playa y el ‘ronqueo’

Conil de la Frontera. (Foto: iStock)

Pongamos que hablamos de Cádiz: ¿qué dos puntos saldrían sobre la mesa? Uno indispensable, y seguramente el primero que se viene a la cabeza cuando los rayos de sol comienzan a calentar la Costa de la Luz, es la playa. Pero si entramos en el puente de San Isidro, hay algo que todavía llama más la atención y que hace que merezca la pena una escapada al sur en esta época del año. El ronqueo y todo lo que la tradición milenaria más representativa de esta región nos permite hacer en esta región, que toma especial protagonismo en el municipio de Conil de la Frontera. Así que es el momento de descubrir todos los motivos por los que mayo es el mes para visitar esta localidad.

Ir a Conil de la Frontera y disfrutar del ronqueo es como poder visitar los campos japoneses en pleno blossom cherry. O, sin ir más lejos, poder vivir las calles de Sevilla en plena Semana Santa. Es su sello de identidad, una tradición milenaria que focaliza toda la vida del municipio en torno a la pesca del atún de almadraba, nombre que proviene de la técnica de pesca por la que se adquieren los ejemplares. Y un motivo de peso que permite vivir esta localidad de forma única.

Conil de la Frontera. (Foto: iStock)

Aunque lo más especial de este lugar se aprecia por sus calles, en sus bares y en la huella paisajística y la vida que crea durante esta temporada. Claro que, como todo lo bueno, tiene su inicio y su final. Y este llega a mediados de junio. Pero hasta entonces hay tiempo para disfrutar de esta y otras actividades que recorren sus muros.

Y aprovechar para disfrutar de los primeros resquicios estacionales que el verano impregna sobre este lugar. Porque ya se sabe que para disfrutar de las mejores cosas, hay que ir al sur. 

¿Dónde alojarte en Conil?

El único gran complejo hotelero de cinco estrellas hace apenas un año que abrió sus puertas, para dar a los huéspedes de Conil es el DAIA Slow Beach Hotel. El mix perfecto entre ubicación, ergonomía y accesibilidad. Principalmente, porque pocos hoteles ubicados sobre la playa de Fontanilla ofrecen unas vistas panorámicas como las que brinda cada frontal del hotel, y a sólo diez minutos andando del núcleo urbano.

Daia Slow Beach Hotel Conil. (Foto: Manolo Yllera)

Este edificio de 1999 fue reformado en 2023, habilitado con 2248 habitaciones, todas ellas impregnadas con la filosofía slow que entrelaza cada servicio que ofrece. Además de nueve paradas gastronómicas tanto en la piscina central del recinto como en los diferentes restaurantes. Con sorpresa incluida, puesto que encierran un beach club y la terraza con una de las panorámicas más espectaculares de la zona. Y, como no iba a ser menos, el menú estacional de sus diferentes paradas gastronómicas también se rinde a las delicias del atún de almadraba.

Sin embargo, en los municipios colindantes el Palacio de Sancti Petri, a Gran Meliá – The Leading Hotels of the World es una de las opciones más prestigiosas de la provincia. Ya la primera impresión de su arquitectura de antiguo palacete neomudéjar es un aspecto que impone una carta de presentación digna. Por no decir la más, puesto que se trata del único hotel 5 estrellas gran lujo de Cádiz. 

(Foto: @palaciodesanctipetrigranmelia)

El esplendor y el cuidado por el detalle que vemos dentro de sus lujosas habitaciones continúan en las zonas exteriores. Además de en sus cinco restaurantes, que cuentan don Alevante, uno de los establecimientos del chef Ángel León, con Estrella Michelin.

¿Qué hacer en Conil durante el mes de mayo?

Como hemos dicho, mayo es el mes perfecto para disfrutar de Cádiz y sus municipios. Aquí algunos de los planes más espectaculares para disfrutar de  una escapada el puente de San Isidro.

Ruta gastronómica del atún

Para los amateurs en el atún de almadraba, mayo convierte el inicio de la experiencia en un viaje gastronómico a través de la historia de la región.  Y el momento para ello es cuando se inicia La Ruta del Atún de Conil, que celebra su XXVIII acercando esta tradición y su producto más cercano a miles de personas. 

Sin entrar en el romanticismo de la tradición, el ronqueo es un espectáculo milenario del que se extrae el oro marítimo de la región. Pues esta técnica es el proceso de despiece de los atunes de almadraba. Y el por qué de este nombre se debe al particular ruido que hace el cuchillo al pasar por la espina dorsal del ejemplar. Donde el pasado fin de semana, el ronqueo público abrió la puerta al inicio de la temporada.

Tapas de la Ruta del Atún de Conil. (Foto: turismo_conil)

Claro que este espectáculo no es obligatorio, como sí debería serlo la ruta gastronómica que lo acompaña. Del 9 de mayo al 9 de junio, el atún ejerce de anfitrión con algunos de los templos gastronómicos del municipio, ofreciendo a sus comensales diferentes elaboraciones, basadas en las técnicas in house de cada establecimiento. Todas ellas con el atún de almadraba como protagonista.

Algunas de esas paradas podemos encontrarlas en el Restaurante La Fontanilla, uno de los más recomendados de la zona para degustar estas piezas. Tanto que, al entrar en la web o bien cruzar sus puertas, las «sugerencias de Fernanda» capitalizan este producto.

(Foto: @restaurante.lafontanilla)

El Restaurante El Roqueo es otro de los clásicos que, como bien pronostica su nombre, se debe a esta tradición. En su comedor, las grandes cristaleras permiten una panorámica de la playa de la Fontanilla, donde los sabores del mar se cuelan en la experiencia de cada comensal tanto a través del plato, como de la vista.

S𝗮𝘀𝗵𝗶𝗺𝗶 𝗱𝗲 𝗮𝘁ú𝗻, 𝘁𝗮𝗿𝘁𝗮𝗿 de atún, 𝗰𝗮𝗿𝗽𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼 y tataki. (Foto: restauranteelroqueo)

Disfrutar a pie de playa

El amor atractivo de Conil de la Frontera son sus más de 14 km de playas. Extensiones casi interminables cuando caminas por ellas, que encuentran un momento de disfrute para cada persona. A los adictos al deporte, y debutantes en las disciplinas acuáticas, un escenario perfecto para poder debutar sobre la tabla de surf y aprender en la playa de Los Bateles.

Claro que los avanzados en la materia también tienen su rincón en las playas de La Fontanilla, Roche o Fuente del Gallo. Pero, siendo sinceros, lo mejor que tienen las playas de Conil son sus chiringuitos.

Playa Costa de la Luz. (Foto: iStock)

De los de toda la vida: Oasis Playa. Empezó como un típico chiringuito gaditano hasta que el relevo generacional, a manos de Pedro, especializó la gastronomía para dar paso a un restaurante. Y hoy, es uno de los lugares con mayor tradición y mejor bagaje para disfrutar de la playa y de sus sabores.

Ahora, si la intención es disfrutar de un buen arroz, ninguno como Casa Diego. Que las sillas de playa  de plástico no engañen, porque aunque tenga la apariencia de un chiringuito desfasado, lo que sale de sus cocinas bien merece un reconocimiento.

 Donde disfrutar de un baño y una bebida sin necesidad de ponerte la ropa. Uno de los debutantes es DAIA Beach, que ofrece los sabores gaditanos a través de la reinterpretación del estrella Michelin, Julio Fernández.

(Foto: DAIA Beach)

Y, por último, una despedida panorámica

No hay mejor manera que recorrer un lugar que a vista de pájaro. Por eso una de las mejores formas de ver la gran marca que el atún de almadraba deja en las costas de Conil de la Frontera es alargando la vista al mar. Eso sí, desde uno de los mejores miradores que tiene la isla.

TAVIRA Rooftop Bar. (Foto: Manuel Yllera)

Justo a la altura del inicio del pueblo, desde el este, puede observarse un entramado de redes y boyas que pintan la costa. Estos pertenecen a la almadraba, una técnica ancestral que intercepta los atunes a su paso por la costa y que se remonta 30 siglos atrás y que, desde donde mejor pueden observarse es desde la panorámica que brinda TAVIRA Rooftop Bar.

Infinity Pool de TAVIRA Rooftop Bar. (Foto: Manuel Yllera)

Con el sabor de la carta de cócteles diseñados por Diego Cabrera, el reconocido bartender que lidera una de las embajadas mixológicas de la capital (Salmón Gurú) que forma parte de los World’s 50 Best Bars. Y una infinity pool desde la que despedir los días.