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Begoña San Pedro, pionera en el arte de la panadería en España: «No vendemos comida, sino felicidad»

Dice que empezó en la panadería por casualidad, pero basta con pasar cinco minutos con ella para entender que nada en su trayectoria ha sido azar. Begoña San Pedro, fundadora y alma de Madreamiga, lleva dos décadas entre harinas, fermentaciones largas y mantequilla. En su mundo no hay atajos: sólo respeto por el producto, amor por el oficio y un sentido del humor que desarma. 

Hoy hablamos con Begoña sobre cómo ha revolucionado el concepto de panadería en Madrid combinando tradición, calidad extrema y un toque de humor, y sobre su última colaboración con KitchenAid, que ha dado lugar a un dulce tan mantequilloso como irresistible. No te pierdas la entrevista completa y ¡DALE AL PLAY!

(Foto: Madreamiga)

Begoña San Pedro: la mujer que fundó Madreamiga y convirtió la masa madre en un movimiento

Hoy, Madreamiga cuenta con seis tiendas, un obrador de 1.200 metros cuadrados y una comunidad de clientes fieles que no conciben un desayuno sin su cruasán mantequilloso o su emblemática rosa.

«Hace once años nadie hablaba de masa madre»

La historia de Begoña San Pan Pedro comenzó hace mucho, cuando abrió una pequeña panadería y se lanzó al entonces incipiente mundo del pan de masa madre. «Hace once años nadie hablaba de masa madre. Éramos unas locas», recuerda.

(Foto: Madreamiga)

En 2020, junto a su actual socio, Hugo, decidió transformar su concepto inicial en algo más grande. Nació así Madreamiga, un juego de palabras que refleja su filosofía: «Somos madres, somos amigas… Es hogar, es cercanía, es calidad».

El mayor reto: crecer sin perder el alma

Begoña habla sin filtros y con una sinceridad poco habitual en el mundo empresarial. «Lo más difícil sigue siendo mantener la calidad a gran escala. Ya no estoy tanto en el obrador y hay muchas manos implicadas. Pero mi objetivo es que algo grande no tenga por qué perder la esencia del principio».

(Foto: Madreamiga)

«Nuestro pan es de masa madre de cultivo propio, con fermentaciones largas y sin químicos»

Y vaya si lo consigue. Su compromiso con la excelencia se percibe en cada detalle, desde la harina que traen de Galicia hasta los procesos de reposo y fermentación. «Nuestro pan es de masa madre de cultivo propio, con fermentaciones largas y sin químicos. Queremos que alimente, no que reste», sentencia.

(Foto: Madreamiga)

El producto estrella de la panadería: una rosa que no se marchita

Si hay un dulce que define a Madreamiga, ese es la rosa. Un producto discreto en apariencia pero absolutamente adictivo. «Es una masa de croissant con forma de rosa y glaseado de azúcar. Queda por dentro tan jugosa que es como un algodón de mantequilla. Todo el que la prueba dice que está brutal», confiesa entre risas. «Y no la tiene nadie más».

También destaca su croissant clásico —»muy mantequilloso y bajo en azúcar, para que no tape el sabor real»—, pura tentación. «Es como elegir a tus hijos, ¡no puedo quedarme con uno!», bromea.

(Foto: Madreamiga)

Madreamiga, donde el pan es salud

Begoña insiste en la importancia de educar al consumidor. «En España somos muy paneros, pero no siempre somos conscientes de la calidad del pan que comemos. El mal pan, mal fermentado, con químicos, está detrás de muchos problemas digestivos, incluso enfermedades de colon».

En Madreamiga no hacen concesiones. «Si vas a comerte un bollo, cómetelo bien. No vendemos comida, vendemos felicidad. Y un buen bollo, hecho con buenos ingredientes, es una fiesta. No hace falta comer ocho, pero si lo haces, que sea bueno».

(Foto: Madreamiga)

Una panadería que es cafetería, pastelería… Y pronto heladería

Lo de Madreamiga no es sólo pan. Su concepto abarca también bollería, pastelería y ahora, heladería. «Queremos que puedas venir a desayunar, merendar o llevarte el pan a casa. Y este verano lanzamos nuestra línea de helados con ingredientes top y sin artificios», adelanta.

Entre las novedades más inminentes, Begoña revela un pan gallego con queso y membrillo que promete hacerse viral, y smoothies con fruta natural que completan la propuesta veraniega. «Vienen muchas cosas. Va a ser un buen verano», sonríe.

(Foto: Madreamiga)

La colaboración con KitchenAid: mantequilla con nombre propio

Su última colaboración con KitchenAid, la marca de electrodomésticos prémium, ha sido todo un hito. «Siempre he asociado KitchenAid con calidad. En el obrador usamos sus máquinas en producciones pequeñas, y en mi zona de I+D es una ayuda total», asegura.

Para celebrar el nuevo color de la amasadora Butter (mantequilla), Begoña ha diseñado un dulce especial, el Lemon Butter.

(Foto: Madreamiga X Kitchenaid)

Inspirado en el color mantequilla, Lemon Butter está  elaborado con masa de croissant y relleno de una suave crema de almendra y mantequilla frangipane. Sobre la capa superior, cuenta con una delicada crema de yogur de lima limón montada, decorada con pequeñas gotas de crema de limón y un toque de polvo de yogur en el centro.

Como broche final, las gotas de crema de limón tienen pequeños toppings de trocitos de limón confitado, añadiendo un contraste de texturas y sabores. «Una golosina refrescante y muy mantequillosa», define. Disponible únicamente durante un mes como edición limitada, hasta finales de abril.

(Foto: Madreamiga X Kitchenaid)

Tres palabras que definen la panadería Madreamiga: vida, amistad y felicidad

Al pedirle que defina su panadería Madreamiga en tres palabras, Begoña no duda: «Vida, porque es mi vida. Amistad, por mi socia. Y felicidad, porque eso es lo que vendemos». Y no es sólo una frase bonita: en sus locales se respira un ambiente de mimo, de cercanía, de cuidado. Un lugar donde te llaman por tu nombre y te sonríen sin prisa.

El objetivo de Madreamiga es seguir creciendo, pero siempre con los pies en la harina. «Queremos abrir más tiendas, pero sin perder la esencia. La clave es cuidar al cliente y seguir apostando por pequeños productores que nos aporten calidad», dice con convicción.

(Foto: Madreamiga)