Es, verdaderamente una gozada ver cómo se llevan entre sí nuestros dos protagonistas de hoy. Ella, una ya experimentada periodista, presentadora y escritora. Él, un (insultantemente) joven historiador y Doctor en Relaciones Internacionales. ¿Ambos? La ganadora y el finalista del Premio Planeta de Novela 2023. Un dúo más que singular formado por Sonsoles Ónega y Alfonso Goizueta, que ha conseguido una química única y que en COOL, hemos tenido la dicha de recibir en plató para hablar de sus galardonadas novelas: ‘Las Hijas de la criada’ y ‘La sangre del padre’ y por qué no, disfrutar de todo ese buen rollo que, como te decimos, emanan.
Con divertidas anécdotas que incluyen a una profesora de latín de un conocido colegio de Madrid, una indisposición temporal que -casi-arruina un momentazo….DALE AL PLAY sin dudarlo y descubre en esta detenida charla cómo fue ver por sorpresa que, entre la multitud que hacía cola y estaba libro en mano para la firmas, se encontraba la Reina Letizia en un rol de amiga muy espontáneo y natural que no tiene igual hasta la fecha.
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Dos novelas, dos pseudónimos y el poder inconmensurable de un buen título
Las dos novelas de nuestros entrevistados compitieron por el Premio Planeta bajo un nombre falso y con un pseudónimo, una modalidad que se permite las bases del reconocido galardón de la que es una de las editoriales de habla hispana más importantes del mundo. ‘Los hijos de la criada’ de Sonsoles se presentó como ‘Las hijas de la criada’ de Gabriela Monte y ‘La sangre del padre’ de Álvaro optaba al premio como ‘El rey del este’. Dos falsos nombres cargados de intención de los que no podíamos dejar de hablar. Si quieres saber el porqué de sus elecciones, sólo tienes que, más arriba, darle al PLAY y descubrirlo tú mismo. Y sí, sobre lo de saber titular, casi al unísono, ambos autores reconocen la importancia de saber hacerlo y de hecho, llegan a bromear sobre cómo se relacionan los nombres reales de ambas obras.
‘Las hijas de la criada’
«Amor y mar hay para todos»
‘Las hijas de la criada’ es para Sonsoles Ónega su séptima novela. Un dato, que le repito en varias ocasiones durante de la entrevista y que parece de alguna manera intentar obviar en un ejercicio de humildad. Porque Sonsoles Ónega es humilde y no hace falta que lo afirme yo aquí con rotundidad como haría sin problemas, eso se ve en los poco más de 30 minutos de entrevista. El compañerismo también parece ser una de sus virtudes y desde luego también es una virtud que, espero que tras disfrutar de la entrevista podáis percibir y valorar en mundo tan repleto de malos egos pisados y zancadillas.
¿Qué cómo es las hijas de la criada? Pues, una novela de fácil lectura que se hace ligera y que posee personajes tan bien desarrollados y vitales que cuesta asumir que, tras sus páginas, dejarás de saber de sus anhelos y suspiros diarios. Una novela profundamente gallega, como lo es todoa una parte de Sonsoles debido a su padre, el laureado periodista gallego Fernando Ónega, profesional de prestigio responsable de aquel mítico «Puedo prometer y prometo» que pronunciaba en 1977 Adolfo Suárez del que fue, a parte de autor material de esa frase que ha quedado para los anales de historia, Directo de Prensa durante del Gobierno del primer Presidente electo de la Democracia española., ahí es nada.
Una novela que supone relato que atrapa, que enamora, emociona y desgarra a partes iguales. Que indigna por momentos y también, hace tomar conciencia de la dura vida los convulsos primeros tres tercios del SXX. Años difíciles para los hombres, que partían dejándolo todo atrás de sus hogares para ganarse la vida o en su defecto, luchar en el frente. Hombres que partían y mujeres que solas, en un mundo de hombres, sacaban adelante sus vidas y las de toda su prole. Mujeres fuertes como el personaje de Doña Inés, que estoy seguro que como a mí, os atrapará tanto que quizás , os cuesta hasta soltarlo. Una novela de sal (representada por las industrias conserveras gallegas) y azúcar (los ingenios azucareros cubanos) que no te soltará de principio a fin.
‘La sangre del padre’
«Mi abuelo me dijo que Alejandro Magno no cabía en un cuento y que si quería escribir sobre él iba a tener que hacerlo en una novela y así fue»
‘La sangre del padre’ es primero que todo, un libro tremendamente instructivo. Una novela histórica que te sumerge en un universo clásico de personalidades y acontecimientos reales que no hace más que instruir, teniendo por seguro que es fiable al cien por cien porque su autor, el brillante Alfonso Goizueta, aunque lo que ha escrito es una trepidante novela histórica llena de instrigas palaciegas, persecuciones, héroes y tiranos, también se trata de una relato fidedigno de la vida de todo un mito en la historia de la humanidad: Alejandro Magno.
Un relato que te acerca a un Alejandro Magno humano que, con casi la misma edad de su autor, se va de casa para encontrase a sí mismo, a un chico joven que vive bajo la sombra de un complica progenitor o de una madre con la que mantiene una relación tóxica. Alfonso Goizueta y sus a penas 23 años de vida nos regala una visión completa de alguien que, con sus acciones, contribuyó a marcar los tempos de la historia de la humanidad y lo hace de una manera que esconde una dualidad única: tremendamente cercana y también, inmensamente documentada.
Una firma con una visita muy ‘Real’
«La presencia de la Reina Letizia en nuestra primera firma fue muy emocionante»
Aquella tarde-noche fría de sábado, con las novelas recién ‘saliditas del horno’, nuestro protagonistas se disponían a firmar por primera vez ejemplares de sus premiadas novelas en pleno centro de Madrid. De aquel día, existen más de una anécdota que, no vamos a desvelar por aquí porque se cuentan en su totalidad (y con muchas risas de por medio) en lo que dio de sí el paso por nuestro plató de Sonsoles Ónega y Alfonso Goizueta. Por ello. Sólo tienes que ir al principio de este artículo, darle al PLAY y enterarte de cómo vivieron ambos la visita inesperada de la Reina Letizia. La visión de Sonsoles, emocionada por el gesto de una amiga que salía a apoyarla de manera pública y de Alfonso, que asistía atónito y emocionado a ese momento.
