La Ópera de Viena ha cambiado las tradicionales arias y las oberturas que acostumbra a presentar por pinturas, arcos y galerías. Debido a la cambiante situación que está viviendo el mundo y a las restricciones por la Covid-19 que conservan cerrados y en vilo la totalidad de los teatros en Austria. Por eso, desde la organización del Museo, han decidido darle una función cultural diferente a este espacio que data del 1869.
Un nuevo recorrido por la Ópera
Dando la bienvenida a hasta 280.000 invitados que apreciarán el lugar donde siempre se ha representado la ópera con una visión artística diferente. El enfoque que han querido darle confluye con una serie de recorridos guiados por las estancias del espacio diseñada para ser ahora una exposición de arte y arquitectura. Un itinerario por las salas más históricas de la construcción acompañado de código QR, paneles informativos y una serie de fotos, vídeos y archivos de audio. Así completan la experiencia dotando de información cada rincón de este ‘nuevo museo’.
Se podría visitar desde el vestíbulo del edificio, pasando por la escalera o los salones de estado, hasta el palco imperial con visita al auditorio y al escenario. Además de otras muchas estancias. Dicho recorrido concluye en el vestíbulo, que ha sido recientemente inaugurado, y cuenta con una taquilla y una tienda.
Desde la misma Ópera de Viena, han expresado a través de redes sociales su estado de sorpresa tras una prueba que ya se realizó entre el pasado 12 y 14 de febrero. Con ella consiguieron superar sus expectativas tras conocer que acudieron alrededor de unas 2.100 personas al evento.
La entrada al recinto, que a mediados del siglo XIX fue fuertemente criticado, es totalmente gratuita, ofrece la posibilidad de obtener información sobre los horarios y para ver los ensayos de Carmen y La Traviata.
«La Dirección ha decidido que tenemos que volver a estar presentes, tenemos que volver a tener público» explica César Pérez, que lleva más de 20 años trabajando de guía en la Ópera.
¿Qué se puede aprender?
Que la Ópera de Viena es uno de los edificios europeos con historia que se deben visitar al menos una vez en la vida, no es ningún secreto. Esta es la oportunidad para conocer todos y cada uno de los detalles sobre los motivos, y los porqués que esconde el edificio tras años de historia. Como la construcción y diseño del proyecto en la era Ringstrasse y su posterior destrucción en la Segunda Guerra Mundial. Además de la reconstrucción y reapertura en la década de 1950.
Ver esta publicación en Instagram
Se podrían analizar los techos de la amplia galería, los mosaicos de las pareces de los años 50 en la sala de mármol las estatuas de las artes liberales que enmarcan las escaleras principales o los muebles diseñados por Schwindfoyer. Comprende tanto el estilo neorrenacentista y como el barroco y, algunas estancias, están decoradas tratando de seguir un esquema moderno.
Un total de 17 estaciones equipadas con información suficiente, tanto en alemán como en inglés que cuentan con una serie de requisitos para su acceso. Entre ellos, están llevar una mascarilla FFP2, cumplir una distancia de 2 metros, además de las normas vigentes en la Ópera de Viena.
La realidad, según explican desde la Ópera, es que el museo se sustenta gracias a las ayudas del museo; pero comprenden que sería desperdiciar una maravillosa oportunidad para compartir el arte que contiene.