¿Te apasionan los dulces? Estos museos despertarán tu lado más goloso
1637Dicen que a nadie le amarga un dulce, así que ¿por qué no deleitarse en un mundo de fantasía donde el azúcar sea el protagonista de tu vida por un día? Esto lo puedes conseguir si visitas alguno de los museos de dulces que hay en distintas partes del mundo. En nuestro país, pronto se abrirán dos espacios azucarados en Barcelona y Madrid. Fuera de nuestras fronteras tienes otras opciones no menos amargas, que te permitirán hacerte miles de fotos, pues son espacios muy «instagrameables», coloridos, creativos y, sobre todo, ¡divertidos!
Gominolas a tutiplén
El Museo Más Dulce del Mundo de Barcelona iba a inaugurarse en marzo de 2020, pero no fue posible debido al parón provocado por la Covid-19. Sin embargo sus puertas ya están abiertas con todas las medidas de seguridad activadas.
Se trata de un espacio pop-up que ofrece una experiencia totalmente inmersiva para hacer las delicias de aquellos que sienten pasión por los dulces. Ya existen versiones en Portugal (Lisboa) y en Brasil (São Paulo y Rio de Janeiro), que reciben miles de visitantes.
A través de sus más de 12 salas tematizadas se podrán experimentar todo tipo de emociones. Un ejemplo de ello es el espacio Churro Lovers, con churros gigantescos con forma de corazón donde se muestran los secretos e historia de uno de los dulces más típicos de nuestro país a través de Realidad Aumentada.
Unicornios, ositos de gominola, donuts y piruletas te acompañarán durante todo el recorrido.
Experiencias interactivas
En Madrid, ha abierto también un enclave específico dedicado al mundo de lo dulce. Se llama Sweet Space y sus creadores lo definen como “una aventura de degustación interactiva que conjuga el concepto tradicional de arte y las nuevas tendencias digitales”.
Ubicado en la segunda planta del Centro Comercial ABC Serrano, será uno de los nuevos museos de dulces en el que madrileños y visitantes descubrirán un universo donde los colores, los dulces y la creatividad son los protagonistas.
En total, hay nueve salas temáticas donde el concepto de arte tradicional se conjuga con la tecnología. Tanto pequeños como mayores experimentarán como su imaginación se desborda a través de las exposiciones interactivas que hay en estos espacios. Además, cada uno de ellos se ha diseñado por conocidos artistas visuales de ámbitos tan diversos como la moda, las artes plásticas o la gastronomía.
Podemos encontrar las creaciones de Agatha Ruiz de la Prada, que presenta su particular y dulce versión del cielo; a Okuda San Miguel, que ha construido un tobogán hacia un mundo paralelo; unas deliciosas palmeras de nubes de azúcar de Antonyo Marest; y un cohete de videojuegos ideado por Ivanna Gautier y también a Christian Escribá y su delicioso bosque de caramelos, entre otros.
Un planeta en el que seguramente no te aburrirás nunca, ya que además, los espacios irán cambiando periódicamente. Así los amantes de los museos de dulces se sorprenderán cada vez que visiten Sweet Space.
Tributo al helado
El Museo del Helado de Nueva York (MOIC) es un auténtico tributo a este manjar azucarado. Es un espacio 100% “instagrameable”, con el rosa como tono predominante. Está distribuido en tres plantas y desde principios de año presenta un formato pop up.
Viajar por sus salas es hacerlo a través del mundo de las golosinas más variadas mientras te sumerges en una enorme piscina, en una habitación de plátanos multicolores, un tobogán gigante de abejas… Además, uno de los rincones que más gustan a los curiosos que se acercan a este lugar es un espacio rosado que se inspira en el metro de Nueva York.
La ubicación en el Soho neoyorkino de este museo del helado, no es casual. Se ha escogido porque se pretende contribuir al resurgimiento de esta zona fomentando la creatividad y la imaginación. Su éxito ha sido contundente, de hecho ya hay varias celebrities que lo han visitado y han colgado sus fotos en Instagram.
En un principio, se pretende que el museo sea itinerante y llegue a distintos sitios del mundo. Por ahora, sigue en Nueva York (558 Broadway) y hay otro en San Francisco (1 Grant Ave). La entrada incluye degustación de distintos tipos de helados.