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Los finalistas del Premio Planeta 2025: entre la realidad que inquieta y la imaginación que consuela

(Foto: EFE)

Barcelona vuelve a ser hoy, 15 de octubre, el corazón de la literatura en español. En el Museu Nacional d’Art de Cataluña se conocerá a media noche el ganador del Premio Planeta 2025, y las diez novelas finalistas ya han empezado a dibujar el mapa de las emociones. Asistimos a la rueda de prensa, previa a la gala.

Entre las novelas se encuentran Todos ríen, de Noelia Espinar; Ghosting, de Salva Rubio; Por su gran culpa, de Mauro Corti; No es tan fácil morir de amor, de Elvira Torres; ¿No es hermosa la luna?, de Selene Noctis; Zoltar el mago, El pirata Robert’s y una novela del oeste de Keith Astra; El color de la lluvia, de Sofía García; La muerte de la Diosa, de José Antonio Ariza Rodríguez; El destino en la esfera de un reloj, de Enrique Alejandro Santoyo Castro; y Donde se escriben los nombres, de Blanca Montoya Landa.

(Foto: EFE)

«La evasión se vuelve una necesidad», Luz Gabás, jurado del Premio Planeta

Las juradas Luz Gabás y Carmen Posadas subrayaron que este año las obras finalistas ofrecen «un análisis de la realidad y de las preocupaciones actuales». En sus páginas aparecen las sombras de la vivienda imposible, la soledad de una sociedad hiperconectada, las heridas que deja la falta de comunicación y los traumas que siguen marcando nuestro tiempo. Pero también hay espacio para la fantasía, ese territorio donde la imaginación se convierte en casa.

Gabás, que fue Premio Planeta 2023 por Lejos de Luisina explicó que, en un mundo convulso, «la evasión se vuelve una necesidad».

«Hay que proteger el talento y la propiedad intelectual frente a los desafíos de la inteligencia artificial», José Creuheras

En medio de este diálogo entre realidad y ficción, el presidente del Grupo Planeta, José Creuheras, aprovechó el encuentro para lanzar un mensaje de advertencia: «Hay que proteger el talento y la propiedad intelectual frente a los desafíos de la inteligencia artificial”. Recordó que la IA «no sustituirá al talento» y que no se puede permitir que utilice textos sin el consentimiento de sus autores. «Las editoriales somos compañeros de viaje de los creadores», insistió, reivindicando el papel de la industria como garantía de la autoría en tiempos de algoritmos.

El Planeta, más que un premio, es cada año un termómetro del estado de la literatura y de la sensibilidad colectiva. Y esta edición parece decirnos que seguimos necesitando historias (reales o inventadas).