Las exposiciones que unen a diferentes artistas son siempre enriquecedoras. La conversión de universos tan distintos solo puede traer cosas buenas. Hoy toca hablar de una muestra que acaba de abrir sus puertas y que une a Chillida y a Miró. Dos artistas con tanta personalidad que se fusionan en esta cita cultural.
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‘Miró en Zabalaga’ abre al público hasta el próximo 1 de noviembre. «La muestra arranca al aire libre en la campa del museo con las esculturas de gran formato ‘Oiseau solaire’ (Pájaro solar) y ‘Femme’ (Mujer) y continúa en el primer piso del caserío Zabalaga con piezas fechadas entre 1946 y 1981 que inundan de color el caserío. La exposición recorre las temáticas habituales de Joan Miró, relacionando las obras entre sí y formando una misma composición», explican desde Chillida Leku.
Pero dejando esto a un lado, es una exposición que homenajea la amistad que tenían Joan Miró y Eduardo Chillida. Dos personas que tenían muchos puntos en común: París, la influencia de todas las vanguardias que les azotaron en su juventud, ese amor que tenían a su tierra… Al parecer, ambas familias también sabían de la admiración que se tenían ambos artistas, así que, a pesar del objetivo cultural, hay un objetivo personal detrás de todo esto. La amistad prevalece por encima de lo genios que eran los dos.
Una exposición que se convierte en una excusa más para visitar Chillida Leku, la casa del artista vasco que en esta ocasión, es también la casa de Joan Miró en Hernani. Un homenaje que como te decíamos, empieza en el exterior y que termina dentro con algunas de sus obras más características. Piezas que se mezclan las unas y las otras, las de un artista y otro, y entre las que se ve una relación que va más allá de su amistad. Litografías, esculturas, pinturas… Podemos encontrar muchas cosas. Cuando vas de invitado a alguna casa, siempre eres recibido por un gran anfitrión, ¿no? Es el caso de Chillida y Miró. Así le hubiera recibido en su casa.