Concha Calleja sobre el ‘diamante maldito’ de la corona británica: «Si lo lleva un hombre, trae desgracias»
La familia real británica es la que más titulares acapara y sobre la que más conversación surge alrededor del mundo. A diferencia de las demás, donde la discreción y una imagen pública impoluta es algo esencial, sobre ésta recaen todos los rumores, habladurías e incluso, en algunas ocasiones, maldiciones. Sus nombres han acaparado titulares y su presencia constante en los medios de comunicación los ha convertido en los royal más famosos del mundo. Pero… ¿qué hay más allá? Concha Calleja vuelve al plató de COOLthelifestyle para hablarnos de su última publicación, La Maldición de los Windsor.
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Es verdad que desde que Carlos III fue coronado como rey de Inglaterra, son muchas las cosas que le han sucedido a la familia Windsor. Hablando en la época reciente, se juntan las enfermedades del actual rey y Kate Middleton, al igual que lo sucedido con Meghan y Harry. Todo ello suma una cantidad de vicisitudes que hacen sospechar, hasta tal punto que han surgido habladurías en torno a posibles maldiciones provenientes de los fallecidos en un accidente en 2017, Diana de Gales o Dodi Al-Fayed.
«Cada vez que hacía entrevistas, todo el mundo me decía que no era normal lo que estaba pasando y que seguro que era una maldición de Lady Di, del diamante o incluso especulaban con cosas de la familia Al-Fayed. Aunque el libro trata sobre ello, también se acerca al funcionamiento de verdad que hay detrás de la casa real británica», nos confiesa la autora. «El libro trata, por un lado, de esas maldiciones, además de desvelar el funcionamiento de la casa real británica, el de verdad. Cómo se manejan y se tapan los problemas«, continúa Concha Calleja.
Cuando hablamos de las informaciones que emanan de los Windsor, es verdad que lo que llega a nuestros oídos es una versión oficial. Es el clásico comportamiento en las comunicaciones de los royal británicos, aunque hay algo más. ¿Sabemos realmente cómo funciona? Puede sonar un poco conspiranoico, pero charlando con Concha Calleja sobre su nuevo libro, La Maldición de los Windsor, sabemos quién está por encima… Los que mandan de verdad. Como en toda institución, siempre hay alguien que mueve los hilos y no, no hablamos de Carlos III o Camila Parker Bowles.
«De los diferentes servicios de inteligencia y otros órganos poderosos, hay una persona escogida para que forme parte del consejo privado del rey, los llamados ‘hombres del traje gris'»
Este nombre es atribuido por Diana de Gales y lo escribía en la carta que dejó a su abogado, mucho antes de morir, en la que confesaba que la querían asesinar y se refería a esta cúpula como los hombres del traje gris. Antes del fatídico accidente de 1997 en París, en el cual Lady Di perdió la vida junto a Dodi Al-Fayed, la que pudo ser reina de Inglaterra tuvo dos percances previos. «En el libro también hablo de esa carta que Diana dejó a su abogado. Meses antes de su muerte, esta tuvo dos accidentes más en coche y, por eso, pone por escrito que si algo sucede, va a ser en un accidente automovilístico. En el primero se asustó y cuando tuvo lugar el segundo, entrega una carta a su asesor legal diciéndole que era su deseo que eso quedara por escrito», asegura la escritora.
Estos forman el consejo privado del rey. Hemos escuchado mucho hablar del establishment británico, es decir, ese grupo de personas influyentes en Reino Unido que, tradicionalmente, tenían un alto poder sobre la sociedad y se consideraba como una de las élites más poderosas del mundo. En el caso de Inglaterra, son las instituciones más poderosas como los servicios de inteligencia, la propia casa del rey, etc. Pero hay algo más. «De cada institución que forma el entramado del país, es decir, Parlamento, los diferentes servicios de inteligencia y otros órganos poderosos, hay una persona escogida para que forme parte del consejo privado del rey. Estos son los llamados hombres del traje gris y es algo que no se conoce mucho en Inglaterra, además de que no se saben nombres ni apellidos”, nos cuenta Concha Calleja sobre lo que refleja en La maldición de los Windsor.
«Hay rituales, juramentos, pruebas… es como entrar a una sociedad masónica»
Como si de un caso secreto de inteligencia se tratara, para desarrollar este libro, la autora viajó a Windsor con el objetivo de reunirse con uno de los hombres que llegó a formar parte de ese consejo del rey y que dejó su puesto, completamente horrorizado. Alguien, por el momento anónimo, ya que sigue en activo en la política del país. «Una fuente de mi entera confianza me propuso reunirme con él en Windsor y me resultó extraño, por el hecho de que todos le iban a ver, pero como es tan monárquico, es donde más pasaba desapercibido. Es una información de la que no se sabe mucho y estoy segura de que los medios de comunicación británicos son conscientes de ello, pero como poseen un pacto, no lo pueden sacar a la luz», nos desvela la escritora.
«Tienen hasta rituales. Deben llevar a cabo juramentos, pruebas, todo como si fueses a entrar a una sociedad masónica. Son únicos para hacer las cosas», afirma Calleja. Cuando surge algo que puede afectar a la institución del país, son ellos los que deciden qué hacer, no es el rey o la casa de Windsor. Como bien dijo la reina Isabel II en una ocasión: «Hay poderes que están por encima de la corona».
«Hay poderes por encima de la corona. No es Carlos III quien decide. Son los ‘hombres del traje gris'»
«En mi opinión, la maldición que tienen los Windsor son ellos mismos», afirma de manera contundente la escritora. Su problema real viene de la modernización de la corona. Como bien hablamos con Concha Calleja, eso no significa estar en las redes sociales y parecer moderno, sino que es algo que tiene que nacer desde dentro. No todo es mostrar imágenes idílicas en las redes sociales, sino que hay que saber manejar las situaciones y hay algo que no se está haciendo bien. «Hay dos personas de alto rango en la corona británica con una grave enfermedad y lo único que saben hacer es levantar la alfombra y barrer hacia dentro. Hasta ahora les ha servido, pero después de tanto escándalo, las cosas no se solucionan contratando a un experto en imagen, como pasó con Camila. Cuando surgieron las dos enfermedades, al consejo del rey, que se le fue de las manos y se gestionó bien», nos cuenta.
A veces hay cosas que los Windsor deben solucionar y en esas reuniones siempre hay un miembro del consejo del rey. En este caso, vemos que esto lo tenían que gestionar ellos, pero están desincronizados. «Guillermo y el rey no se sincronizaron. El primero en la línea de sucesión quiere cambiar el concepto de la monarquía y modernizarla, mientras que Buckingham Palace sigue siendo muy clásico. El heredero al trono se está equivocando. No se puede modernizar la monarquía sólo por decir que se va a teletrabajar. Su figura no se está viendo bien y su popularidad se encuentra en declive».
«Se dice del llamado ‘diamante maldito’ que está cargado de una energía que, si no lo lleva una mujer, trae grandes desgracias a su reinado»
Las joyas de la corona se dividen entre sus integrantes, es decir, la reina Camila, Kate Middleton y Meghan Markle, las mujeres que forman parte de la institución, pero también hay otras que no salen de la Torre de Londres. En alguna ocasión hemos hablado de la joya Koh-i-Noor. Esta cuenta con 105,6 quilates, es uno de los diamantes tallados más grandes del mundo y la pieza central de la corona de la reina madre Isabel, madre de la difunta Isabel II y abuela del actual monarca Carlos III, así como de las anteriores Coronas Imperiales del Reino Unido.
«Este diamante ha pasado de generación en generación y cuando había alguna colonización, siempre se portaba. Sus orígenes indios, y se dice que iba cargado de una energía que, si no lo llevaba una mujer, iba a traer grandes desgracias a su reinado«, cuenta Concha Calleja. Carlos III es muy supersticioso y en su coronación vimos que no lo portó, al igual que Camila. Sí que se vio en el ataúd de Isabel II en el momento de su funeral y luego lo llevaron de vuelta a la cámara del tesoro real.
Lo que queda claro es que la familia Windsor siempre nos tiene en vilo con sus historias pero, seamos sinceros, nos encantan sus portadas, los titulares que generan y todo lo que averiguamos detrás de la monarquía más poderosa del mundo.