Desafiando las tendencias del fast fashion y reafirmando su estatus como un arte perdurable, los sastres vuelven a vivir su edad dorada entre aquellos hombres que buscan un traje que les siente como un guante. Joaquín Fernández Prats es uno de los sastres más solicitados del momento, con dos espacios en el centro de Madrid donde acuden personalidades como el exfutbolista Luis Figo, los empresarios Enrique Solís y Rafa Medina, o el jinete Álvaro Escassi. Hablamos con Joaquín para conocer de cerca cómo es trabajar en el s.XXI en uno de los oficios más antiguos del mundo y que mejor ha sabido actualizarse a las últimas tendencias.
Entrar en Sastrería Fernández Prats es acceder a un templo donde sabes que de allí vas a salir con la mejor versión de ti.
Llevar un traje de sastre de Joaquín Fernández Prats es una declaración de elegancia, confianza y atención al detalle. Cada uno de sus trajes cuentan con más de 60 horas de trabajo, confeccionados por cuatro manos y con las mejores telas del momento. Siempre adaptándose a las necesidades de cada hombre, Prats toma medidas, se plantea un corte, un tejido… se adapta a las medidas de quien lo lleva, destacando sus mejores cualidades.
«Nuestra labor es identificar aquellas imperfecciones que presenta el cuerpo del cliente para disimularlos»
P: El oficio de sastre es uno de los más antiguos, ¿cómo se ha adaptado a los nuevos tiempos?
R: Al ser un oficio tan antiguo y perdurar en el tiempo, sobra decir que tenemos una gran habilidad para entender a la perfección las necesidades y tendencias de la época, actualmente la adaptación se plantea con un corte más desenfadado, unos tejidos más soft, elásticos y confortables. Desde los orígenes, es un oficio muy ligado a la sostenibilidad, algo que está a la orden del día, y nosotros venimos haciéndolo desde siempre, ya que el desperdicio es mínimo.
P: ¿Qué conserva la sastrería de tradición?
R: Conserva las buenas costumbres que nos enseñaron nuestros antiguos maestros y se moderniza en tejidos y hechuras.
P: ¿Cómo es el proceso de creación de un sastre?
R: El proceso de creación de un sastre empieza en el momento en el que el cliente pone un pie en la sastrería, en este paso, nuestra labor es identificar aquellas imperfecciones que presenta el cuerpo del cliente para, mediante el corte y confección de la pieza, disimularlos.
El cliente escogerá su tejido ideal y nosotros estaremos presentes para aconsejarle, ya sea en funcionalidad y/o acorde a las necesidades que quiera suplir. Una vez escogido el tejido se dibujará la línea que llevará la prenda, ya que, hoy en día existen multitud de variantes en cuanto a acabados de trajes: si es recta o cruzada, con o sin forro, qué tipo de bolsillos llevará, etc.
El primer paso tras tomar las medidas y hacer el patrón, único para cada uno de nuestros clientes será cortar y montar la primera prueba en el taller, se probará al cliente, y volverá, tras hacer los ajustes necesarios, al taller para continuar con el proceso de confección.
La cantidad de pruebas varía en función de la complicidad de la prenda y los cambios en el cuerpo de nuestro cliente, para que una vez finalizado, luzca como un guante.
«El 95% de un sastre como el de Álvaro Escassi va a mano, excepto costuras lineales»
P: En Sastrería Fernández Prats, ¿cuánto hay a mano y cuánto de máquina?
R: Antes de nada, deberíamos aclarar un importante detalle, ya que a menudo se tira por tierra una prenda con costuras a máquina, pero es completamente erróneo ya que hay costuras que deben de ir a máquina, aunque el traje sea artesanal. El 95% va a mano, excepto costuras lineales.
P: Álvaro Escassi, Luis Figo, Rafa Medina… ¿Cuál es el perfil de hombre que suele acudir a un sastre antes que comprarse un traje ya hecho?
R: Hay dos, por un lado, el hombre que lleva toda su vida vistiendo de sastrería, y por otro, el cliente nuevo, que o viene recomendado o viene al vernos por redes sociales. Optan por una pieza personalizadle al 100% que garantiza un fin perfecto además de estar presente en todo el proceso de creación de esta, desde la selección de los tejidos hasta la entrega pasando por las pruebas y afinados.
«En el proceso de creación de un traje intervenimos cuatro personas»
P: ¿Suelen acudir a usted para su día a día, o para ocasiones especiales?
R: Para el día a día y ocasiones especiales. Nos adaptamos siempre a las necesidades de los clientes. Aquel que usa siempre traje ya sea por trabajo o devoción por el buen vestir viene para ampliar su colección de trajes, hay otros que buscan crear algo único para un día especial. Todos los clientes son bienvenidos ya que cada uno tiene su gusto y exigencias particulares.
P: ¿Cuántas hora lleva hacer un traje a medida como el de Álvaro Escassi o el actor Diego Martín?
R: Unas 60 horas desde el corte, confección, pruebas, afinados y lo más importante, el planchado, algo que precisa de tiempo y mimo.
P: ¿Cuántas manos son necesarias para confeccionar un traje a medida?
R: Un total de 8 manos ya que en el proceso intervienen unas 4 personas.
P: Al ser a medida, ¿el cliente qué aspectos suele elegir?
R: En función de la ocasión, si es para un evento, ocasión especial, trabajo o en un ambiente más relajado para llevarlo con deportivas. Todo ello depende de la necesidad del cliente.
P: ¿Qué es lo más curioso que le han llegado a pedir?
R: Una sotana para un importante arzobispo. Además de réplicas de los trajes de Elvis Presley.