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Todos los looks del desfile de Chanel: vuelta a la elegancia y el movimiento, al espíritu ‘flapper’

Desfile de Chanel. (Foto: GTRES)

El Grand Palais renació, una vez más, bajo el sello de Chanel. Pero esta vez, el aire que se respiraba era distinto. Matthieu Blazy, recién estrenado como director creativo de la maison tras la salida de Virginie Viard, firmó un desfile que parecía un viaje interespacial: un nuevo comienzo para la casa, una órbita distinta que, sin perder la esencia de Coco Chanel, se atreve a mirar más allá.

Y si había una señal inequívoca del cambio, fue la llegada de Nicole Kidman (de nuevo embajadora de Chanel, como en los tiempos de Lagerfeld), días después de su anuncio de separación.

Blazy no resucita los archivos; los reinterpreta. Su Chanel no busca nostalgia, sino significado. Como la Coco de los años veinte, que transformó el humilde punto en emblema de elegancia y movimiento, el diseñador francés propone un retorno al gesto, al cuerpo que se mueve sin corsés. Los tejidos fluyen, las cinturas bajan hacia la cadera evocando el espíritu flapper, y los drapeados acompañan cada paso con gran ligereza.

El desfile fue un poema de texturas. Hubo trajes de tweed, sí, pero también gasas translúcidas que jugaban con la luz, sedas en tonos pastel, y vestidos que parecían suspendidos en gravedad cero. Los clásicos zapatos bicolor y las perlas reaparecieron, pero despojados de rigidez.

Cada look contaba una historia distinta, pero todas orbitaban en torno a la misma idea: la mujer Chanel no se viste para ser observada, sino para pisar con fuerza en el mundo.

(Foto: GTRES)
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