En la moda existen muchos anhelos, pero el más popular es sentir esa sensación de cuando entras en un espacio y está rodeado de creatividad, costura y la vivencia particular sobre una esencia que representa este arte. Desde la costura tradicional desarrollada por maestros como Cristobal Balenciaga o Pertegaz, la historia de la moda española ha seguido el camino de baldosas amarillas hasta llegar a OZ, ese mundo creativo donde las ideas más originales cobran forma.
Marcas que cuentan con un prestigio y redundante nombre, que se dan la mano con casas de moda jóvenes donde la creatividad se abre paso sobre la sapienza experta de la aguja, creando una combinación que es digna del deleite de la vista. Todo ello sabemos que necesita un complemento, ese punto adicional que atribuya personalidad que se denomina accesorio. Es bien reconocido a nivel internacional que Swarovski es la firma de accesorios con mayor reconocimiento global y que sus diseños gozan de brillo y opulencia, en cualquiera de sus formas, puesto que no solamente crean anillos y collares, sino que también crean algunas de las más impresionantes figuras decorativas, pero otro de sus puntos, quizás uno de los más desconocidos son las piedras como apliques. Su vinculación al mundo del diseño es patente y sus apliques de cristal empoderan cualquier pieza y así lo hemos podido ver sobre los bocetos llevados a la realidad del aclamado diseñador Eduardo Navarrete. Haz click en el video y disfruta de esta colaboración tan COOL.
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La experiencia atribuye sabiduría, pero sin talento, las prendas carecen de personalidad. Eduardo Navarrete es un joven diseñador que se dio a conocer por su talento, un talento que ha desbordado la creatividad de muchas pasarelas levantando al público y ganándose esos cálidos aplausos. Su marca es él, incluso podríamos decir que es una oda a sí mismo, un homenaje a un estilo personal y una costura bien entendida. En esta ocasión, los dibujos se llevan a la realidad con la ornamentación en clave exclusiva, en colaboración con Swarovski. Una configuración de marca altamente reconocible que se aúna con el velo de lo exclusivo. «Swarovski lo que aporta a la marca Eduardo Navarrete es ese punto de sofisticación. Mi identidad de marca está reflejada por los estampados, pero hemos querido hacer algo diferente. Nuestras colecciones se presentan de una forma muy disruptiva y esto es lo que queríamos reflejar», nos afirma el diseñador.
Sobre la ostentación y el oro que baña las paredes del Palacio de Santoña, lo ecléctico se fusiona con la imagen del diseñador. En esta colección, que se presenta bajo el nombre de 10.1 y se conceptualiza mediante innovadoras técnicas, Navarrete aplica la estampación digital, uniéndolo a conceptos reconocibles de la marca como lo disruptivo y una extravagancia personal. Sobre una presentación en maniquí que representa la pureza de la Alta Moda, el diseñador lo tiene claro “Los desafíos y los cambios a veces son declaraciones de intenciones”, nos cuenta Eduardo Navarrete en esta colaboración con Swarovski.
Cuando hablamos de inspiración, hablamos de musas, todo ello sinónimo de elegancia y el diseñador nos lo deja claro, «Una de mis musas es la modelo Nieves Álvarez, podemos hablar muchos conceptos, pero cuando lo queremos enfocar a una persona, lo tengo claro, Nieves es la representación de la elegancia».
La alta moda es atemporal y el diseñador hace un parón sobre la creación de sus colecciones, que en la moda atribuye ese punto de exclusividad para que, de esta forma, se pueda centrar en el ‘made to measure’. Su estructura empresarial es firme, pero el cambio de los tiempos ha llegado a sus costuras y una nueva evolución de la marca, está por nacer.
Sobre esta colección de Eduardo Navarrete junto a Swarovski, la alineación de prendas nos cuenta claramente la esencia en la que se basa su inspiración y como se desarrolla su evolución. 10.1 reúne todas las características de un viaje personal, donde el 1 se ve marcado por el inicio y el 10 nos enseña a volver a empezar de una forma consciente. Los materiales nobles forman una parte importante de este proceso y podemos observar rasos, moarés, terciopelos y jacquard que se centran en una escasa variedad limitada de color, siendo el negro el protagonista y pinceladas de blanco que juegan con cortes asimétricos, espaldas al aire, además de grandes volúmenes que aparecen coronados por plumas de marabú y pedrería. Una colección de noche que habla del más es más, una elegancia protagonista que se ve en cada pieza de costura.
Los complementos no dejan de ser protagonistas y podemos observar pamelas en versión XL, hombreras que dan forma a vestidos estructurados, que dejan entrever escotes que surgen de una forma equilibrada y se les atribuye una sobriedad con el uso de tejidos oscuros y patrones que fluyen apoyándose en la figura femenina y atribuyéndole importancia. Todo ello se perfila sobre una mujer de la alta moda, una mujer con un estilo personal que domina la prenda, robando miradas y quitando el aliento por allá por donde pasa, una mujer Eduardo Navarrete.
