¿Sueñas con unos rizos definidos, brillantes y llenos de vida pero acabas alisándotelos por frustración? Tranquila, no estás sola. El cabello rizado es tan espectacular como exigente, y a menudo lo estamos cuidando mal sin saberlo. Y es que para lucir rizos bonitos primero hay que desterrar ciertos errores y cambiar el enfoque. Descubre cuáles son los fallos más frecuentes que están arruinando tus bucles y cómo evitarlos con una rutina a prueba de encrespamiento.
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Errores que estás cometiendo con tus rizos
Usar cepillo como si tuvieras el pelo liso
Uno de los mayores pecados capilares si tienes rizos es el cepillo. ¿La razón? Rompe la estructura del rizo y provoca el temido efecto frizz. Peinar el cabello en seco abre la cutícula y lo hincha. Lo ideal es desenredarlo sólo en mojado, con los dedos o con un peine de púas anchas, siempre con acondicionador o mascarilla. Cuanto menos lo manipules, mejor.
Truco de experta: desenreda de puntas a raíces y divide por secciones para evitar tirones y roturas.

Usar productos con siliconas
Sí, las siliconas pueden dar un acabado brillante, al principio. Pero a la larga, forman una película que impide que los nutrientes penetren y terminan apelmazando y deshidratando la fibra capilar. En su lugar, opta por fórmulas naturales y respetuosas, especialmente diseñadas para rizos.
Recomendado: Masque à l’Orchidée de Leonor Greyl, una mascarilla ultra nutritiva con manteca de karité y aceite de jojoba que hidrata en profundidad, redefine el rizo y deja el pelo suave y elástico.

Espaciar demasiado los lavados
El mito de que el pelo rizado no necesita lavarse casi nunca está desfasado. Aunque suele ser más seco, acumula suciedad, residuos de productos y contaminación que opacan su brillo. Lávalo cuando lo necesite y usa un champú suave, sin sulfatos ni detergentes agresivos.
Pro tip: aclara siempre con agua tibia (nunca caliente) y termina con un chorro de agua fría para sellar la cutícula.

Desenredarlo en seco (¡prohibido!)
Sólo lo repetimos por si no ha quedado claro: el pelo rizado nunca se desenreda en seco. El daño que produce va más allá de un mal día capilar. Además del encrespamiento, provoca roturas y caída. Usa productos que faciliten el deslizamiento y sé delicada, como si estuvieras tocando seda.
Olvidarte de nutrirlo
Si tus rizos están ásperos, sin forma o con las puntas abiertas, probablemente les falta hidratación y nutrición. Los aceites naturales son tus mejores aliados. Aplica aceites vegetales una o dos veces por semana, antes de lavar, para sellar la fibra y restaurar su elasticidad. Puedes probar con: aceite de jojoba, argán o camelia, siempre prensados en frío.

Usar acondicionadores con aclarado… ¡mal elegidos!
No todos los acondicionadores son aptos para rizos. Muchos dejan residuos que apelmazan o contienen ingredientes que no aportan nada. En cambio, existen fórmulas leave-in (sin aclarado) específicas para rizos que hidratan sin peso, activan la forma natural del rizo y lo mantienen a raya todo el día.
Aliado diario: Crema de Peinado Hidratante Cabello Rizado de Neqi, un producto sin aclarado formulado con ingredientes como aloe vera, aceite de argán y manteca de karité. Define el rizo, reduce el encrespamiento y proporciona suavidad sin apelmazar, todo ello con una fórmula 100 % vegana, sin siliconas ni sulfatos, apta para el método curly.

La rutina perfecta para rizos de verano
La clave para unos rizos bonitos no es el alisado, es la constancia. Una buena rutina capilar puede marcar la diferencia entre el efecto león y una melena de anuncio.
Paso a paso:
- Pre-tratamiento: aplica un aceite nutritivo antes del lavado y déjalo actuar al menos 30 minutos.
- Limpieza suave: usa champús sin sulfatos como Bain Restructurant à la Banane, ideal para rizos desnutridos o castigados por calor o tratamientos químicos.
- Mascarilla semanal: una vez por semana, dale una dosis intensa de hidratación con Masque à l’Orchidée.
- Leave-in diario: aplica una crema sin aclarado como Éclat Naturel o un spray como Algues et Fleurs para mantener la hidratación y controlar el encrespamiento.
- Secado cuidadoso: usa una toalla de microfibra o una camiseta de algodón para no dañar el rizo, y si usas secador, que sea con difusor y a baja temperatura.
